viernes. 29.03.2024

Junto a la definición de "resiliencia" (“Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”), la RAE debería colocar el retrato de Catalina Corró por su gran capacidad insistencia y valentía ante la adversidad. Para esta nadadora nacida en Inca (Mallorca) hace 25 años, el agente perturbador y su piedra en el camino a superar ha sido un tumor cerebral el cual ya ha dejado atrás en tres ocasiones, la última de ellas en marzo, a las puertas de la crisis sanitaria del Covid y de la ola de contagios. 

El 9 de marzo la intervenían por tercera vez en Palma los doctores Jon y Javier Olabe. Y ocho meses después, este pasado fin de semana, Cata –como la conocen en el CN Sabadell y en el mundillo de la natación– volvía a competir en pruebas estatales y pescaba nueve medallas, incluyendo dos títulos de campeona de España, en los 400 m estilos, su especialidad fetiche, y los 200 mariposa. Además de haberse convertido en una héroe para el deporte español por su motivación y su gran logro, es una deportista humilde y exigente consigo misma: "Está bien, pero me queda bastante trabajo por hacer, pese a que puedo nadar rápido. A mi nivel anterior me costará llegar más que otras veces. Yo era una persona muy exigente conmigo misma, y lo sigo siendo, lo que pasa es que ahora no me flagelo tanto cuando las cosas no me salen bien, porque he aprendido a disfrutar más: de las carreras, de las pruebas, de los entrenamientos...".

La pesadilla comenzó para Corró en marzo del 2017, su cuerpo llegaba a quedarse inerte durante segundos, sin consciencia. “Buscaron de dónde me podía venir, y por rutina, y porque a mi madre la habían operado de un tumor en la cabeza, me hicieron un TAC y me lo encontraron”. Le realizaron una intervención, la cual no acabó por extirpar todo el tumor, para no causar daños irreparables, pero más tarde volvió a crecer el tumor. "Sabía que me tocaría operarme otra vez, según me habían dicho. Pero lo que tenía que crecer en cinco años lo hizo en tres meses y medio, y decidieron que era mejor quitar el foco del que surgía el tumor". De esta manera el 9 de marzo volvió a una sala de operaciones esperando que esta vez sea la última: “En principio, una vez extraída la raíz e incluso un trocito de mi cerebro, que es de donde crecía, está bastante asegurado que no volverá a crecer. Pero siempre queda la incertidumbre... Esperemos que no”.

"Cata" como la llaman sus compañeros y la conocen en su círculo, tan pequeña midiendo 1,69 y a la vez tan grande al conseguir volver a la élite de la natación española, con un régimen de entrenamientos de sesiones de hasta 8 horas al día, además de unas cuatro o cinco de estudio, ya que además de nadadora cursa el 3er año de medicina. Todo con la inestimable ayuda de Alex López, director técnico de CN Sabadell y de José Antonio del Castillo, ex-técnico de la Federación Española ahora en Can Llong. “En cuatro meses me han operado dos veces, esto triplica los pasos. Antes, en dos o tres meses podía estar en forma; ahora necesito seis”.

Lleva una vida frenética sin pausas para conseguir sus objetivos, a veces solo nos quedamos con los logros de las personas que protagonizan este tipo de historias de superación pero nunca pensamos en los esfuerzos y sacrificios que son necesarios para conseguir algo así. "Me pongo a entrenar a las 6.30 de la mañana, hasta las 10. Luego estudio. Como no puedo asistir a la mayoría de clases, ni presenciales ni online, estudio en casa tres o cuatro horas, y algunos días voy al Parc Taulí (el hospital de Sabadell) a hacer las prácticas. Casi siempre voy por detrás del temario y me tengo que poner al día. Luego como y por la tarde vuelvo a entrenar, de 3 y media hasta las 7 o 7.30. Llego a casa, estudio media hora, o una hora, ceno y a dormir". Una vida frenética que a veces, afecta a la cabeza de la deportista. "Hay días en los que mi cabeza dice basta y descanso un poco de estudiar o hago un entrenamiento más suave. Es una rutina que no cuesta tanto cuando estás dentro".

La idea de Corró va más allá del deporte, pues su deseo es ser cirujana, para de alguna manera agradecer a aquellas personas que tanto han hecho por ella y por su problema. "Me gustaría estar en quirófano. Igual por todas las veces que he ido…”, bromea. “Si a mis futuros pacientes les puedo devolver un trocito de lo que han hecho por mí, ya me puedo morir tranquila”, comenta agradecida.

Su humildad le mantiene los pies en la tierra y le hace pensar que tiene más fácil el objetivo de ser cirujana que de convertirse en olímpica, al menos en su estado de forma actual. "Iré a las pruebas para obtener la mínima olímpica. Pero no es mi objetivo, ni hemos preparado nada. No puedo hacer las mejores marcas personales sin estar en forma, y menos una mínima olímpica". Para la nadadora y futura cirujana sería un milagro llegar a la primera prueba de selección, en Castellón el 5 y 6 de diciembre, y lograr una de las dos plazas en los 200 y los 400 estilos, sus mejores bazas. "Si te soy sincera, ni sé las marcas que debería hacer. ¡Imagínate si no me pongo presión! Otro año las habría mirado 40 veces".

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La historia de superación de la nadadora Cata Corró: Del quirófano a bicampeona de...