miércoles. 24.04.2024

La selección española masculina de fútbol inicia ante Suecia su andadura en la Eurocopa. Atrás han quedado 14 días de luces y sombras en el seno de la concentración, que ha estado marcada por el positivo en COVID-19 de Sergio Busquets y toda la polémica posterior. Ahora toca pensar por fin en jugar al fútbol y hacerlo además delante de la afición que se congregará con restricciones en La Cartuja de Sevilla.

Ya antes la Roja había estado entretenida con el debate sobre la ausencia de Sergio Ramos en la convocatoria, el titular en la portería o la falta de gol del equipo, evidenciada en el amistoso contra Portugal, el único que el coronavirus permitió jugar.

La ausencia de Busquets deja a Jordi Alba, que se perfila como titular, como único integrante de los once que ya sabe lo que es disputar una Eurocopa. El técnico, Luis Enrique, ya dijo en la rueda de prensa previa que no le preocupa la falta de referentes y que tiene un grupo lleno de líderes.

Pero lo cierto es que a esta selección, que se le achaca en los últimos meses la falta de un equipo base consolidado, sí que se le puede poner la juventud y las ganas como nota dominante.

Todo eso queda atrás, se quiera o no. Toca pensar en Suecia, una selección que a priori viene a disputar uno de los dos puestos del grupo que dan acceso a los octavos de final, con permiso de Polonia. Pero ante ambos combinados España surge con una nueva generación a reivindicar también el liderazgo en su cuarteto.

Precisamente en el combinado sueco hubo también dos positivos, los de Kulusevski y Svanberg, siendo las dos únicas selecciones con casos confirmados hasta la fecha. 

El seleccionador Jan Andersson ha copiado en cierta medida a su homólogo Luis Enrique y ha dejado en casa a Zlatan Ibrahimovic, aunque en su caso por lesión. De hecho, también el técnico sueco creó su 'burbuja paralela' y llegó a llamar a 'Ibra' pero no estaba recuperado del todo.

España debuta en la Eurocopa contra Suecia sin Busquets pero sin dudas