jueves. 13.02.2025

El Córdoba CF llegaba a su cita más importante del año, arropado por su afición, en un épico recibimiento con bengalas y canticos de guerra, preparando a los jugadores, para lo que iba a ser el encuentro, una batalla campal. 

Tifo del Fondo Sur para recibir a los equipos
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Mal Inicio Blanquiverde y Golpe de Realidad

A pesar del ambiente hostil, serían los visitantes quienes, a los 30 segundos de partido, conseguían la primera clara oportunidad, tras un centro al área que, con un providencial pie, salvó Carlos Marín.

El Córdoba respondía pronto, lanzando rápidos ataques por la banda derecha, que acababan en balón a Toril, pero el delantero blanquiverde no podía empujarla, quejándose de un agarrón que no consideró punible el colegiado. Pero sería en una transición rápida por la banda derecha, con una pared al primer toque, donde Héctor Fort, jugador que se estrenó está temporada en Primera con Xavi, cruzó un disparo al palo largo de Marín, marcando el primer gol del encuentro para los blaugranas.

El gol fue protestado por la plantilla blanquiverde, pues Fort golpeó la cara del lateral cordobesista con el brazo en la carrera hacia la portería. Una jugada que con VAR, probablemente se habría revisado y anulado. La tensión con el árbitro continuaba, pues en una falta a Carlos Marín de Marc Guiu, el meta pidió la amarilla del delantero, encarándose con el colegiado, ganándose el la cartulina, y el trencilla los pitos de la grada.

Despertar y Cambio de Dinámica

El encuentro brotaba nerviosismo de los locales, que atacaban más con urgencia que con orden táctico, dejando espacios a la espalda pero, por suerte para los blanquiverdes, el  protagonista de la ida aparecería en la vuelta. Con un precioso centro de Calderón y un grandísimo cabezazo, Alberto Toril ponía el empate en el marcador que hacía explotar al Arcángel.

Unos nervios que hicieron gritar al público, cuando Toril, solo en el punto de penalti, no fue capaz de meter el segundo gol, después de que su disparo saliera desviado a la derecha. El Córdoba mejoraba con el paso de los minutos, presionando la salida del Barcelona Atlètic, que tenía perdidas peligrosas y no era capaz de enhebrar jugadas. El Barcelona no se encontraba sobre el césped hasta el pitido final de la primera parte, con un Córdoba llegador pero impreciso, aunque dando muy buenas sensaciones de superioridad antes del camino a vestuarios. 

Segunda Parte y Buenas Sensaciones

El Córdoba salió con la misma intensidad a la segunda mitad que con la que finalizó la primera. Los de Iván Ania continuaban presionando alto a los culés consiguiendo llegar con frecuencia al área barcelonista.

Sería Adilson quien tendría la primera oportunidad del segundo tiempo, disparando con pierna derecha desviado, a pesar de estar totalmente solo en el punto de penalti. A pesar del el Córdoba no desfallecía y seguía intentándolo. Continuaban las llegadas blanquiverdes a la meta barcelonista ahora con un disparo de Carracedo por encima del larguero de Marc Vidal lo que hizo levantarse al público del Arcángel por la oportunidad perdida perdonando muchas ocasiones los blanquiverdes.

El Gol de la Justicia

Finalmente, el Córdoba tras una salida absurda de balón del equipo culé conseguiría adelantarse en el marcador con una gran vaselina de Alberto Toril poniendo su doblete personal y el 2-1 en el luminoso. La presión alta de los de Iván Ania en cada uno de los saques de puerta de un inocente Barcelona acabó dando resultados.

Tras el segundo gol del Córdoba sería el Barcelona quien comenzaría a lanzar ataques presos del nerviosismo hacia el área blanquiverde. Este nerviosismo se vería reflejado en diversas protestas al árbitro tras algunas faltas del Córdoba para cortar jugadas, pidiendo alguna que otra tarjeta.

Un Largo Camino de Sufrimiento hasta la Gloria

A diferencia del partido en Barcelona, los blaugranas no estaban siendo capaces de implementar su juego sobre el césped gracias a una presión elevada del Córdoba, más que la producida en el estadio Johan Cruyff. Iván Ania desde el área técnica insistía continuamente a sus jugadores en no retrasar sus posiciones y continuar defendiendo alto a la salida de balón culé, para así desestabilizar aún más el nervioso e irregular juego del filial.

El paso del tiempo hacia mella en el Córdoba, que sufrió un desgaste físico enorme con tanta presión, y comenzó a hundirse, dejando jugar un poco más al Barcelona, que tuvo una ocasión clara, que Lapeña solventó con decisión, evitando el disparo. Los de Ania rascaban segundos al crono con cada ataque en transición, cada vez más lentas, celebrando cada córner o duelo ganado casi como un gol.

En la recta final del encuentro el Córdoba empezaba a embotellarse, teniendo malos recuerdos del partido de Ida, pero Lapeña volvia a aparecer, para evitar un disparo providencial. El colegiado añadió 7 minutos que pasaban como 7 años, entre interrupciones, faltas y amonestaciones. 

Finalmente, tras un descuento eterno, el árbitro pitaba el final, y el Córdoba volvía a donde le pertenecía, el club blanquiverde volvía al fútbol profesional.

¡El Córdoba CF remonta al Barça Atlétic y es equipo de Segunda División!