viernes. 29.03.2024

El planteamiento de los de Emery era el mismo que en el partido contra el Bayern, soportar el temporal y aluvión de ocasiones rivales, aprovechar que la vuelta sería en casa y salir vivos de Anfield, creando peligro en alguna contra si se podía, pero el You´ll Never Walk Alone se sobrepuso al Yellow Submarine.

Los de Klopp dominaron de cabo a rabo al conjunto español, atacando sin parar al muro de jugadores amarillos que Emery había plantado frente a la portería de Rulli, al más puro estilo Cholo Simeone en el Etihad Stadium ante el Manchester City. Una defensa que realmente era difícil de penetrar y que, a pesar de los ataques ingleses, resistió durante los primeros 45 minutos, no sin sufrir claro.

Un error de Rulli casi les cuesta el primer tanto a los del Villarreal, pues dejó pasar un balón que acabó envenenándose y golpeo en la madera, además de los tiros de Salah que iban buscando la colocación sobre la potencia para clavarla en la escuadra, teniendo algún que otro tiro peligroso, pero el Villarreal aguanto el primer diluvio de los 45 minutos.

Fue en la segunda parte cuando, a los 8 minutos de juego, el paraguas amarillo se rompió por completo en medio del chaparrón, acabando empapados. El paso por vestuarios encendió más a un Liverpool que veía a su presa cansada y que podía hacer sangre. Thiago Alcántara sería el MVP del partido, pues no tuvo solo un misil teledirigido al palo en la primera parte, sino que también fue el director de orquesta de la perfecta sinfonía que fueron ayer los de Klopp.

El primer susto legó con un gol anulado a Fabinho por fuera de juego del central Van Dijk. Si a la insistencia del Liverpool le sumas la mala suerte, el resultado era horroroso. En un centro tenso al área amarilla de Handerson, el balón tocó en la bota de Estupiñán mientras Rulli salía para blocar el centro, lo que supuso una descoordinación que acabó con el balón dentro de la red. El Villarreal luchó tanto por proteger su portería, que fueron ellos mismos los responsables de penetrarla.

Con el Villarreal desconcertado, todo el plan ideado y bien elaborado durante los primeros 45 minutos iba a irse al traste en tan solo 2 de la segunda parte, pues los hombres de gala del Liverpool, Mané y Salah querían vela en este entierro, y se inventaron una jugada espectacular, con Salah atrayendo a todo tipo de contrarios para, con una delicia de pase por debajo de las piernas de Pau Torres, habilitar a Mané que, con un toque sutil, ponía el 2-0.

Un 2-0 que el Villarreal viendo el aluvión de ocasiones que se le iba a venir encima por la gran motivación del Liverpool en su casa habría firmado sin dudas, pues hubo un tercer gol de Robertson, pero este iba a ser anulado por fuera de juego. Rulli tuvo mucho trabajo en un día donde los delanteros del Villarreal se dedicaron a perseguir sombras y defender en bloque bajo. El Villarreal aguantó hasta el final los arreones de los ingleses, pero no fueron capaces de tirar ni un solo tiro a puerta.

La vuelta en el Estadio de la Cerámica deberá de ser épica y mágica para que el Villarreal pueda continuar con su sueño europeo con el que ha ilusionado a toda la afición española, o le tocará despertarse de una vez, con una pesadilla triste. La vuelta y Villarreal dirán su última palabra en casa.

Demasiados Beatles para el Yellow Submarine