La necesidad de buenos resultados aprieta al Córdoba Patrimonio de la Humanidad a medida que la temporada avanza incesantemente. El equipo se prepara a consciencia para el derbi andaluz clave del sábado en Vista Alegre, ante el Jaén FS. Un choque de vital importancia para los intereses de los blanquiverdes, que se ha presentado este martes en el Ayuntamiento de Córdoba, como parte de un acuerdo de patrocinio del Consistorio local.
En palabras del presidente del club, José García Román, este patrocinio es “muy importante” para la economía de un club "modesto" como lo es el Córdoba Patrimonio de la Humanidad y que "no tiene ningún mecenas detrás". El dirigente también quiso analizar la actualidad del club, que afronta este derbi andaluz, tras haber comenzado el campeonato con dos derrotas en las dos primeras jornadas. “No es el mejor comienzo ni el mejor rival para jugarnos bastante”, analizaba el presidente que cataloga el encuentro del sábado como "una final".
El presidente rompió una lanza a favor de los jugadores, pues no ha sido el inicio más fácil posible, con un partido de Noia "un poco trampa", seguido de un duro encuentro contra uno de los favoritos de todo el circuito liguero, el Barcelona. Aunque el presidente no quiere buscar escusas, si no soluciones para un equipo de primera división: “Esto es Primera División, lo que hay es que confiar en nuestras posibilidades y conseguir empezar a sumar puntos cuantos antes mejor”.
Es cierto que la escuadra blanquiverde compitió de tú a tú contra los azulgrana a pesar de la derrota, pero, como explica el propio García Román, "eso no da puntos". “Competir con el Barcelona es muy complicado, pero ya llegarán los rivales de nuestra liga y esperemos sacarlos adelante”.
Alex Viana es una de las incógnitas de este inicio de temporada pues, aún no ha podido incorporarse con el resto del grupo, a lo que el presidente también contestó, explicando que “se han dado una serie de circunstancias” y, aunque prefiere “no hablar de los consulados porque puede ir en contra nuestra”, detalla que “vas una vez, le piden un certificado de penales de Polonia, cuando el año pasado estuvo aquí y no se lo pidieron. Lo apartamos y te van pidiendo sucesivamente que esté sellado por la embajada, que esté traducido, una serie de cosas…”. Las cuestiones burocráticas son las únicas que impiden al jugador unirse al grupo, por lo que el presidente espera que se pueda contar con él dentro de dos semanas.
