viernes. 19.04.2024

Dura derrota del Córdoba en la primera ronda de la Copa del Rey. Los hombres de Germán Crespo, a pesar de ir líderes de su categoría, no fueron capaces de encontrar su buen juego y el cambio de sistema condenó a los verdiblancos. Un Córdoba que cayó ante un viejo conocido, el Cacereño que, con tantos de Iván Fernández y Solano (de penalti) en la primera parte, y Garci en la recta final del encuentro, avanzaron a la segunda ronda.

Y es que la victoria del Cacereño fue tan holgada como justa a nivel de juego. Los de Extremadura fueron claros dominadores de los 90 minutos frente a un conjunto cordobesista que no fue capaz de adaptarse a los cambios tácticos que el técnico planteó para el partido. Las rotaciones se notaron haciendo que ninguna línea del Córdoba jugase bien sobre el césped. Esto se reflejó en el primer gol del Cacereño, donde Iván Fernández materializó la realidad que se estaba viendo sobre el verde.

Un Córdoba falto de intensidad, sin ganas y ramplón como venimos viendo en las últimas jornadas de liga, que solo se salvaba por destellos técnicos, destellos que, esta vez no aparecieron. Por otro lado, los jugadores del Cacereño parecían que iban volando en comparación de un Córdoba, que se salvó de una goleada mayor gracias a Felipe Ramos y a la madera.

Fue en la recta final de la primera parte cuando Solano, desde los once metros, puso el merecido 2-0 en el luminoso, que evidenciaba el ridículo de los jugadores verdiblancos. Tras el paso por vestuarios, Germán Crespo cambió el planteamiento y sacó a algunos de los más habituales, que dieron un atisbo de esperanza con el disparo lejano de Carlos Puga que se estrellaba en la madera.

Pero solo fue eso, una mejora aislada y digna de un oasis en el desierto pues, el dominio del Cacereño continuó con varias contras peligrosas que olían a gol cada vez que ocurrían ante la escasa y débil defensa visitante. En el tramo final del encuentro, llegaría la puntilla y el adiós definitivo de la competición, en forma de tercer tanto por parte de Garci. El Córdoba deja con dudas a sus aficionados y cae abruptamente en l que podría servir como una cura de humildad.

El Córdoba se despide prematuramente de la Copa del Rey