El Córdoba CF se quedó a las puertas de una victoria que habría revitalizado sus opciones en la recta final de la temporada. El conjunto de Iván Ania firmó un empate sin goles en casa ante el Real Oviedo en un duelo marcado por la intensidad, la frustración en ataque y un tanto anulado en los minutos finales que desató la polémica en El Arcángel.
Aunque los locales dominaron en tramos importantes del encuentro, la falta de claridad en los últimos metros y un VAR implacable terminaron condenando sus aspiraciones. La acción decisiva llegó en un saque de esquina, cuando Xavi Sintes marcó un gol que encendió a la grada. Sin embargo, la tecnología detectó un fuera de juego de Carracedo en la gestación de la jugada, invalidando el tanto entre la incredulidad generalizada.
Pese a ese duro golpe, el Córdoba no bajó los brazos y buscó el gol hasta el pitido final. Las últimas oportunidades llegaron ya en el descuento, con disparos de Théo Zidane y Carracedo que obligaron al meta Aarón Escandell a lucirse bajo palos. Doce saques de esquina y una decena de centros laterales ilustran la insistencia de un equipo que mereció más.
El planteamiento inicial de Iván Ania, con Marvel en sustitución del lesionado Rubén Alves, mostró las intenciones ofensivas de un Córdoba que arrancó el choque con ritmo alto y valentía. Aun así, el Oviedo, bien replegado y con las ideas claras, aguantó las embestidas locales y respondió con peligro en las transiciones. De hecho, las primeras aproximaciones con cierto peligro fueron asturianas: Viñas y Sebas Moyano rozaron el gol antes del minuto 10.

Con el paso de los minutos, el conjunto andaluz logró sacudirse esa presión inicial. Jugadores como Jacobo y Carracedo comenzaron a destacar, generando llegadas por ambas bandas. La acción más destacada de esa fase fue una jugada de rabona de Carracedo que acabó con un cabezazo de Albarrán al larguero. Poco después, Pedro Ortiz y Álex Sala pusieron a prueba los reflejos de Escandell en una doble ocasión frenética.
El tramo final del primer tiempo mantuvo al Córdoba como dominador del ritmo, especialmente tras la lesión de Pomares en el Oviedo, que obligó a Paunovic a reestructurar su defensa con un perfil más ofensivo como Rahim Alhassane. A pesar de eso, los visitantes lograron enfriar el choque camino del descanso.
Ya en la segunda mitad, el Real Oviedo dio un paso atrás evidente. Paunovic reorganizó líneas y priorizó la contención para evitar que el Córdoba impusiera su tradicional arranque fuerte tras el paso por vestuarios. Aun con menos chispa que en otras ocasiones, el equipo blanquiverde fue ganando metros y monopolizando las oportunidades.
Pedro Ortiz, a centro de Albarrán, estuvo cerca de abrir el marcador con un remate sutil que exigió la mejor intervención del portero visitante. Ante el atasco ofensivo, los técnicos movieron banquillo. Hassan inquietó a la defensa local por el Oviedo, mientras que Ania dio entrada a Théo Zidane, Calderón, Magunazelaia y Obolskii para buscar frescura y rematar la faena.
La fortuna, sin embargo, siguió dando la espalda a los andaluces. El ansiado gol, anulado por fuera de juego en la acción mencionada, fue el reflejo de una tarde en la que ni el empuje ni las ganas fueron suficientes para romper el cerrojo asturiano.
Con este empate, el Córdoba alcanza los 50 puntos, una cifra que asegura virtualmente la permanencia, pero aleja sus opciones de pelear por los puestos de play off, que ya quedan a ocho unidades de distancia. Los últimos dos empates consecutivos en casa han diluido una ilusión que durante semanas fue real.
El punto rescatado por el Oviedo sabe a premio grande para los de Paunovic, que supieron sufrir y resistir el empuje final de los locales. Para el Córdoba, en cambio, el empate deja sabor a derrota en un encuentro que se jugó más cerca de la portería visitante que del equilibrio en el marcador.