viernes. 19.04.2024

El Córdoba CF consumó el desastre y, pese a lograr la victoria en El Arcángel ante el Cádiz B, dio con sus huesos en la Segunda RFEF, categoría en la que militará la temporada 21-22 y que será la cuarta del fútbol español. La entidad blanquiverde no veía el fútbol profesional tan lejos desde la temporada 84-85, cuando jugó esa campaña en Tercera División tras sumar dos descensos consecutivos (82-83 y 83-84) desde la Segunda División. Entonces, con un equipo joven, plagado de cordobeses y con Iosu Ortuondo como técnico cuando meses antes era jugador, estuvo en Tercera tan solo una campaña. Ahora, a pesar de que la situación es muy diferente a la de entonces, se abre una etapa de incertidumbre.

El primer proyecto de Infinity en el Córdoba CF, con una temporada al completo, ha sido un absoluto fiasco deportivo. El conjunto blanquiverde partía en octubre pasado con el objetivo de regresar a Segunda División A y finaliza con un descenso a la Segunda RFEF después de siete meses de contratiempos, decepciones, sinsabores y, sobre todo, muchas decisiones incomprensibles.

En marzo del año pasado, un Córdoba CF que soñaba con la Segunda División se batía con el Cartagena ante casi diez mil espectadores en El Arcángel. Catorce meses después, tras 24 partidos oficiales y tres entrenadores, contempla la dura y triste realidad: jugará en la cuarta categoría del fútbol español.

El inicio

Después de una «pretemporada» de siete meses por la pandemia, con la que se definió como «la mejor plantilla de Segunda B» por parte de sus constructores -Miguel Valenzuela y Juan Gutiérrez-, el Córdoba CF arrancó con cierto brío. Ganó en sus dos primeras citas -Lorca en casa (1-0) y Yeclano fuera (1-3)- y se puso líder. El subidón fue efímero. Después llegaron dos empates, dos derrotas y el despido de Juan Sabas como entrenador. El madrileño -que fue fichado la temporada anterior para sustituir a Raúl Agné pero no llegó a debutar- estuvo solamente seis partidos oficiales en el Córdoba. Se fue como llegó: sin ruido. Ni resultados.

Buena racha y parón

Finalmente llegó Pablo Alfaro y el impacto fue inmediato. El aragonés se convirtió en el mejor debutante en el banquillo de todos los tiempos, con cinco victorias y un empate en sus primeros seis partidos: cuatro de Liga y dos de Copa, eliminando a Albacete y Getafe. En toda esta serie, el Córdoba no encajó un solo gol. Todo parecía haberse encarrilado, pero...

En su mejor dinámica, el Córdoba dio el petardazo. Ante un desahuciado Yeclano, los blanquiverdes perpetraron un partido pésimo en El Arcángel y perdieron por 1-2. El crédito bajó y los resultados se desplomaron. Volvió la mediocridad. Solo se registraron dos victorias más -ante el Linares (2-1) y en El Ejido (0-1)- en los últimos siete partidos de Alfaro en la primera fase. La estrambótica derrota en El Arcángel ante el Betis Deportivo en el descuento (1-2) dejó al Córdoba sin posibilidad de regresar ya a Segunda y con el siguiente objetivo fijado en meterse en la Primera RFEF.

Alfaro estuvo virtualmente cesado, pero continuó al frente del Córdoba tres partidos más: victoria en Tamaraceite (0-1) y derrotas en casa ante Linense (1-2) y ante el Cádiz B (2-0). El Córdoba tocó fondo. El exsevillista salió del club y le suplió el técnico del filial, Germán Crespo, un debutante en Segunda B.

El desenlace

Además el granadino marcó un plan: ganar los tres partidos. En el primero se torcieron las cosas y el Tamaraceite de López Silva se llevó un empate de El Arcángel (1-1). La situación ya era límite. Rizando el rizo del drama, el Córdoba consiguió una victoria de récord histórico en La Línea ante la Balompédica Linense (0-5) para meterse en la última jornada con opciones matemáticas. Visto lo visto en el camino, ya podía considerarse una heroicidad.

Y llegó la última de las finales, ante el Cádiz B en El Arcángel, al que había que ganar y esperar un empate o un triunfo de la Balona en su visita al Sevilla Atlético, rival directo de los blanquiverdes por esa última plaza para la Primera RFEF. Curiosamente, el Córdoba CF logró ante el equipo cadista la única victoria en los ocho encuentros disputados contra filiales, ya que fue incapaz de ganar ni un partido a los sevillistas, al Betis Deportivo y al Recreativo Granada.

El equipo blanquiverde se quedó a un punto de la Primera RFEF, un detalle que añade una pizca más de crueldad al balance de un Córdoba CF que en siete años ha pasado de la Primera División a la cuarta. Su fracaso ha arrastrado a su filial, que tenía plaza en el play off para ascender a la división que ahora es la de los mayores. La vida le ha cambiado al Córdoba CF. 

El Córdoba CF desciende a la Segunda RFEF