En un evento marcado por la distancia social y el complemento de moda, la mascarilla, Carlos Sainz, piloto español de rally ha recibido en el Hotel de la Reconquista de Oviedo este viernes el Premio Princesa de Asturias del Deporte. En su discurso ha mencionado a la Casa real , a la Fundación Princesa de Asturias y a su familia.
"Durante los últimos días he dado más vueltas a este discurso que kilómetros he competido en un coche de rallies y finalmente he llegado a la conclusión de que hoy es un día para decir gracias", ha confesado antes de seguir poner en el foco al público, que en palabras suyas, es el mayor apoyo "con su pasión y sus incansables ánimos".
No se olvidó de sus padres, a quienes mandó un beso cargado de emoción igual que ha recordado a su mujer y a sus tres hijos, "sin los que no podría seguir en activo a sus 58 años".
Finalmente, Sainz se ha dirigido a las nuevas generaciones: "Hace mucho tiempo, cuando era un niño, soñaba con ser piloto y levantar trofeos. Un sueño ambicioso, un sueño que parecía inalcanzable. Muchos años después, tras dos Campeonatos del Mundo de Rallies y tres títulos del Dakar, ese sueño continúa más vivo que nunca y es el que me empuja a seguir compitiendo al más alto nivel". Les anima a perseguir sus sueños y que no se den por vencidos nunca. "No será fácil, no os lo van a regalar, pero recordad que los sueños se pueden cumplir y, sobre todo, evitad el remordimiento de no haberlo intentado. Escuchad con atención y respeto a los veteranos, a quienes también animo a adaptarse a los nuevos tiempos y a seguir activos disfrutando con pasión de la vida".
De esta manera, cerraba su discurso felicitando a los premiados y mandando ánimos a los afectados por la pandemia, a la que asegura "sin duda, seremos capaces de vencer entre todos, unidos y con responsabilidad".
