Okuhara, Beiwen Zhang, He Bing Jiao y ahora Takahashi, ésta en un partido intenso, con alternativas, y superando momentos complicados, han comprobado cómo se las gasta Carolina Marín, que ha regresado a las pistas con ganas, con clara intención de recuperar el terreno perdido y sumar el máximo de puntos antes de junio de 2020, que será el límite para establecer el ránking de los cabezas de serie de los Juegos Olímpicos en Tokio.
De momento, la onubense marcha con buen pulso y buena letra en esta aventura, y ya se ha metido en la final de uno de los ‘grandes’ del bádminton mundial, en el que ya, pase lo que pase en ese duelo, habrá demostrado que su lesión es historia. En ese duelo se verá las caras con la jugadora de Taiwán, Tai Tzu Ying, con quien la onubense tiene unos antecedentes negativos (4-7) con el añadido de que los últimos seis partidos entre ambas los ganó la asiática, a la que no vence desde diciembre de 2015.