viernes. 29.03.2024

Andalucía es esa región única, referente en multitud de ámbitos. El turismo es uno de ellos. La ciudad cordobesa se nutre de este sector que aporta el 25% del PIB (Hostelería, Comercio y Turismo). siendo ciudad Patrimonio de la Humanidad, con cuatro denominaciones. Mezquita-catedral, puente romano, Judería, Alcázar de los Reyes Cristianos... pero poco se debate acerca de la Sinagoga, la tercera mejor conservada de la época medieval de toda España.

Situada en el barrio de la Judería, y construida entre los años 1314 y 1315 según las inscripciones halladas en el edificio, sirvió de templo hasta la definitiva expulsión judía. De forma esquemática, se podría decir que a través del patio se accede a un pequeño vestíbulo, se suben las escaleras que dan acceso a la zona femenina. Esta Sinagoga de planta cuadrangular se encuentra decorada con atauriques mudéjares, arcos ornamentados con yeserías  que denotan gran belleza.

En 1492 los judíos son expulsados, utilizándose el templo como hospital, siendo después ermita de San Crispín y, por último, escuela infantil. A finales del siglo XIX es declarada Monumento Nacional.

Este monumento acoge a multitud de turistas los 365 días del año. El pasado año,  recibió más de 619.000 visitas, siendo el segundo monumento más visitado de esta ciudad. Visitantes nacionales o internacionales, el turismo cordobés abre sus puertas para unas jornadas de disfrute, cultura y formación. Y ahí radica la relevancia del turismo. 

Según la Organización Mundial del Turismo, éste es un fenómeno social, cultural y económico relacionado con el movimiento de las personas a lugares que se encuentran fuera de su lugar de residencia habitual por motivos personales o de negocios/profesionales. 

La Sinagoga de Córdoba, el emblema histórico olvidado