jueves. 25.04.2024
La Mezquita-Catedral de Córdoba, un monumento incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, cuenta con un valioso legado de imágenes previas a la aparición de la fotografía.
 
Tras la conquista de la ciudad de Córdoba por el rey Fernando III en 1236, el edificio se consagró como templo cristiano y sobrevivió con importantes transformaciones: se añadió un gran volumen central renacentista, capillas en el perímetro interior, así como bóvedas de yeso, lucernarios y revestimientos de cal. En el siglo XIX se inició la restauración de fragmentos arquitectónicos de distintas épocas que aún hoy prosigue.
 
Imágenes de viajeros y artistas hasta 1840
 
La Mezquita-Catedral de Córdoba han sido representadas en variadas imágenes previas a la aparición de la fotografía hacia 1840. Además de las vistas de Girault de Prangey, deben ser destacadas las de Alexandre Laborde (1812), David Roberts (1833-38) o incluso Alfred Guesdon (1853), entre otros autores. Algunas son de gran belleza y todas ellas han contribuido a difundir la imagen del monumento más allá de nuestras fronteras. Además, son una importante fuente para la investigación patrimonial y para conocer sus transformaciones arquitectónicas.
 
Sin embargo, los datos reflejados en estas imágenes no siempre son veraces. Frente a la fiel descripción de las fotografías, su precisión o fiabilidad documental depende de las habilidades o intereses de cada dibujante y a veces de los grabadores que las rehacían como litografías o grabados.
 
Un novedoso análisis de las perspectivas interiores. 
 
Usando escáner láser se ha obtenido una nube de puntos y se ha construido un modelo geométrico 3D del interior del monumento. Después se ha localizado la ubicación de cada punto de vista desde donde dibujó Prangey y se han superpuesto las imágenes del siglo XIX con las actuales, obtenidas con medios digitales. También se han revisado los minuciosos detalles arquitectónicos incluidos en las láminas.
 
Girault de Prangey impulsó –como dibujante y como fotógrafo– unas ideas gráficas muy avanzadas para su época, al considerar que los recuerdos visuales de la arquitectura pueden ser comprendidos, almacenados, recuperados y mostrados con rigor. Usó técnicas gráficas solventes para conocer y dar a conocer el patrimonio arquitectónico de una forma metódica y científica. Sus perspectivas interiores de la Mezquita-Catedral de Córdoba se encuentran entre las más bellas y precisas imágenes del monumento a lo largo de su historia.

Prangey y sus sorprendentes dibujos de la Mezquita de Córdoba