jueves. 28.03.2024

Desde la mitad del siglo XX, los turistas (y cordobeses) no entran al Alcázar de los Reyes Cristianos por su acceso original. Esta entrada es una especie de pastiche por la cual no se ha accedido a uno de los lugares con más historia de toda la ciudad (con permiso de la Mezquita Central). En el Plan Alcázar Caballerías (el cual no llegó a aprobarse definitivamente) se intuía una intervención para poder recuperar el acceso a este espacio.

Desde mediados del siglo XX, la puerta original del Alcázar de Córdoba era más bien un estercolero. La avenida de Alcázar se construyó en los cincuenta sobre las murallas de Córdoba, que fueron demolidas. La carretera nacional se abrió paso entonces por la zona. Por aquel entonces,  el tradicional acceso al Alcázar se abandonó. La puerta se cerró y su historia se olvidó. Entonces, se construyó una nueva entrada por el Campo de los Mártires, se crearon unos jardines y se dibujó una visita turística. El malogrado Plan Alcázar Caballerizas quería recuperar su esencia de siempre.

En 2013, el concejal de Cultura Juan Miguel Moreno Calderón encargó varias obras en el Alcázar a la Gerencia de Urbanismo. El encargo desgajaba Caballerizas (de las que había tomado posesión Córdoba Ecuestre) y se centraba en el Alcázar, pero las intervenciones perseguían el plan original. Lo importante era crear un nuevo itinerario turístico desde el que se explicara mejor el edificio. En 2014, muchas de las intervenciones se incluyeron en el Plan Turístico que el Ayuntamiento firmó con la Junta de Andalucía. El plan ha concluido en algunas intervenciones, como la recuperación de la entrada original, quedaron pendientes.

Tras ocho años, la Gerencia Municipal de Urbanismo  ha publicado recientemente el pliego para la contratación de la obra, con un presupuesto de 550.000 euros. Lo que se pretende es concluir lo iniciado. Ya se ha intervenido en el Patio de Mujeres. Con la apertura de la avenida del Alcázar los turistas podrán ampliar una visita turística que les conduciría al revés de como es ahora: se entra por los primeros patios (hoy imposibles de visitas), se recorrerían sus galerías, la sala de los mosaicos, los sarcófagos y hasta las murallas, para concluir en los jardines, desde los que se puede volver a salir a la avenida de Alcázar. 

El Alcázar de los Reyes Cristianos es uno de los más desconocidos de la ciudad, aunque sea el segundo monumento más visitado. Sus dimensiones a día de hoy son mucho más pequeñas que en la época califal, cuando tuvo un interior hasta cuatro recintos fortificados. Tras la conquista cristiana, el Alcázar se desgajó entre casas señoriales, el obispado, un barrio en sí y una residencia real. Donó el Alcázar a la Inquisición. El edificio siguió siendo un lugar de castigo y sufrimiento hasta los cincuenta, cuando se abandonó como prisión provincial y fue donado al Ayuntamiento, que lo rehabilitó para su visita turística. Y así hasta la actualidad, que poco a poco irá recuperación la esencia perdida.

Una nueva obra que permitirá el acceso original al Alcázar de Córdoba