viernes. 29.03.2024

Victoria Hidalgo está a punto de cumplir 104 años y, contra todo pronóstico, ha superado el temido coronavirus. Esta anciana lleva más de veinte años viviendo en una residencia de ancianos de Utrera (Sevilla). Aquí se trasladó junto a su marido que, poco después fallecía. Fueron los primeros inquilinos. “El que necesitaba asistencia era mi padre pero estaban muy enamorados y ella no dudó en irse con él”, cuenta a NIUS Antonio Henares, uno de sus cinco hijos.

En las últimas semanas, un brote de coronavirus se ha cebado con este centro que ha tenido que ser medicalizado, tras un centenar de contagios y varios fallecidos. “Nos dijeron que mi madre era positivo y la trasladaron a la zona de aislamiento con síntomas”, explica Antonio.

Allí ha estado poco menos de un mes, conectada al oxígeno. “Le costaba respirar y tenía las constantes vitales bajas, pero no ha llegado a estar grave”, explica su hijo. Todo un milagro para una familia que temía lo peor. “Nos habíamos mentalizado de que se nos iba”. Pero a pesar de la edad y sus dolencias, esta anciana ha dado ejemplo de fortaleza.

Hace unos días, su última PCR confirmaba que Victoria es negativo. Volvía así a la habitación 111, la que es su hogar desde hace tantos años. “Además, está con un humor extraordinario”, cuenta divertido su hijo que, de momento, tiene que conformarse con oir la voz de su madre al otro lado del teléfono. “Todavía no hemos podido abrazarla”, se lamenta.

Nacida en 1916, esta anciana ha vivido importantes hitos históricos a los que ahora tiene que añadir también el haber superado una pandemia mundial. “Ella no es consciente de lo que ha conseguido porque la memoria la falla”, se excusa su nieta Vicky, pero asegura que hasta los cien años tenía la mente lúcida.

Victoria hace honor a su nombre y planta cara a un virus que, desgraciadamente, se está llevando a muchos de su generación. Esta anciana es el ejemplo de que hay esperanza para todos esos mayores que luchan contra esta enfermedad. Los suyos ahora solo esperan poder celebrar el próximo cumpleaños de la matriarca, aunque sea en la distancia.

Victoria, una sevillana de 104 años, supera un brote de Covid en una residencia de Utrera