viernes. 29.03.2024

Fue en 2002 cuando, con motivo del centenario del Conservatorio Superior de Música de Córdoba, su entonces director, Juan Miguel Moreno Calderón, propuso al Ayuntamiento la creación de un festival de piano que llevara el nombre de Rafael Orozco, fallecido seis años antes. Desde entonces, más de 200 pianistas de más de 30 nacionalidades (de Europa, América y Asia) han participado en este acontecimiento que ha situado a Córdoba en el mapa pianístico y que el próximo mes celebrará su decimonovena edición después de la obligada suspensión de 2020 por la pandemia de COVID-19.

    El festival, subraya Moreno Calderón, que es su director artístico desde la primera edición, nació "con el doble objetivo de honrar la memoria de Rafael Orozco y hacer de Córdoba un lugar de referencia del piano". La propuesta fue recibida "con entusiasmo" por la entonces teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento, Angelina Costa, "lo cual no he dejado de agradecerle desde entonces". El responsable destaca que "tras el enorme éxito de aquella primera edición, que contaba entre otros con Javier Perianes y Jorge Luis Prats, el festival ha ido creciendo y subrayando su carácter internacional".

    Así, por los escenarios del festival han pasado "grandes pianistas consagrados" como Arcadi Volodos, Boris Berman, Vladimir Ovchinnikov, Ludmil Angelov, Akiko Ebi, Boris Giltburg, Jorge Luis Prats, Benedetto Lupu, Alberto Nosé, Herbert Schuch, Ashley Wash y numerosos galardonados en concursos internacionales (Moscú, Texas, Bruselas, Leeds, Santander...) como Alexandre Kantorow (ganador del Concurso Tchaikosky de Moscú en 2019), Jean Paul Gasparian, Maria Mazo, Anna Dmytrenko, Edward Wolanin, Dmytro Choni, Goran Filipec, Tamar Beraia, Anastasia Vorotnaya, Victoria Vassilenko, las hermanas Bizjak, Jianing Kong, Genny Basso, David Jae-Weon Huh, Alexander Gadyev, Sofya Melikian o János Paloctay.

    También, subraya Moreno Calderón, ha habido cabida para "pianistas foráneos radicados en España (y en algunos casos nacionalizados)" como Brenno Ambrosini, Domenico Codispoti, Leonel Morales, Lujan Luc, Nino Kereselidze, Natalia Kuchaeva o Alexander Kandelaki. Y, por supuesto, "una amplísima representación de los mejores pianistas españoles", desde Joaquín Achúcarro hasta Juan Pérez Floristán (reciente ganador del Concurso Internacional Arthur Rubinstein de Tel Aviv), pasando por Josep Colom, Ramón Coll, Ana Guijarro, Rosa Torres-Pardo, Javier Perianes, Josu de Solaun, Iván Martín, Luis Fernando Pérez, Claudio Martínez Mehner, Gustavo Díaz-Jerez, Judith Jáuregui, Daniel de Pino, Alba Ventura, Carles Marín, Ángel Sanzo, Óscar Martín, José Enrique Bagaría, Javier Negrín, Eduardo Fernández, Noelia Rodiles, Antonio Ortiz o Alejandro Algarra. Todos ellos son artistas de "relevante carrera internacional".

    Entre los cordobeses, el director artístico del festival destaca la participación de Rafael Quero, Julián y José García Moreno, Ángel Andrés Muñoz, Pablo Amorós y Santiago Báez, entre otros, además  de las afincadas en Córdoba Silvia Mkrtchan y Larisa Tedtoeva.

    Esta amplia nómina de artistas y recitales ha permitido al público de Córdoba disfrutar en las 18 ediciones del festival de inolvidables momentos musicales. Entre ellos, Moreno Calderón recuerda el "memorable" recital que el pianista ruso Arcadi Volodos ofreció en el Gran Teatro en la edición de 2008, especialmente su interpretación de la Sonata Dante de Liszt. También los de pianistas que conocieron a Rafael Orozco como Joaquín Achúcarro o Josep Colom, que en su concierto de 2014 en el Conservatorio Superior interpretó las tres últimas sonatas para piano de Beethoven. En la memoria del festival, según su director artístico, figuran también en lugar destacado la interpretación de la integral de estudios de Scriabin que realizó Vladimir Ovchinnikov, la Iberia de Albéniz en las manos de Luis Fernando Pérez o el tercer concierto para piano de Rachmaninov con Jorge Luis Prats. En el festival han sonado a lo largo de estas 18 ediciones desde las Variaciones Golberg de Bach hasta las sonatas de Prokofiev, con un protagonismo claro de la tradición clásico-romántica (la que identifica a Rafael Orozco) y puntuales incursiones en la música posterior a 1950.

    Moreno Calderón destaca que, en la opinión que le hacen llegar muchos pianistas, el Rafael Orozco es "uno de los festivales dedicados al piano más importantes de España", con el mérito singular de que ha conseguido mantener unos altos estándares de calidad sin contar con grandes presupuestos. Se da además la circunstancia de que, si bien este país cuenta con relevantes acontecimientos pianísticos en forma de ciclos o concursos, hay pocos festivales que se parezcan al cordobés en su naturaleza y formato. La edición de 2021, además de suponer un regreso esperado tras la cancelación de 2020, coincide con una doble efeméride, ya que se cumplen 75 años del nacimiento de Orozco y 25 de su muerte. El festival contará en las jornadas previas con el estreno de un audiovisual sobre la vida del pianista.

El Festival Rafael Orozco atrajo a Córdoba a más de 200 pianistas de 30 nacionalidades