La segunda reserva más grande del mundo, ubicada en el archipiélago ecuatoriano de Galápagos, ha sido protagonista del hallazgo de treinta nuevas especies de invertebrados, entre las que se encuentran langostas y corales. A la lista se suman cuatro especies de langostas okupa, una de coral copa gigante, 10 de corales de bambú, tres de octocorales, una de estrella de mar quebradiza y 11 de esponjas. Además, se encontró el primer coral blando solitario gigante conocido para el Pacífico Tropical Oriental.
3.400 metros de profundidad
"Las profundidades marinas siguen siendo la última frontera de la Tierra y este estudio permite conocer a fondo las comunidades menos conocidas de las islas Galápagos", explicó el científico marino español Pelayo Salinas de León, director del estudio. Perteneciente a la FCD, lidera el el proyecto de National Geographic Pristine Seas.
Las tres montañas submarinas, situadas alrededor de las islas Darwin y Wolf, fueron exploradas por primera vez en 2015. Diez días a bordo del E/V Nautilus, buque de investigación especializado en las profundidades del océano, permitieron emplear dos robots marinos teledirigidos, el Argus y el Hércules, descendiendo a 3.400 metros.
Santuario natural
"Estos montes submarinos prístinos se encuentran dentro de la Reserva Marina de Galápagos y están protegidos de prácticas humanas destructivas como la pesca de arrastre de fondo o la minería en aguas profundas, actividades que tienen efectos catastróficos en estas comunidades frágiles", comenta Salinas de León.
Galápagos posee uno de los ecosistemas más frágiles, con flora y fauna únicas en el mundo. Sirvió de laboratorio natural a Darwin, el naturalista inglés, para que concibiera su teoría sobre la evolución de las especies.
Sirvió de laboratorio natural a Darwin, el naturalista inglés, para que concibiera su teoría sobre la evolución de las especies.