martes. 16.04.2024

El Museo del Prado, en su segundo bicentenario, ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2019. El jurado, que leerá este mediodía el fallo, ha seleccionado esta pinacoteca entre las treinta candidaturas procedentes de 14 países que optaban a este galardón.

Esta candidatura ha sido propuesta conjuntamente por Mario Vargas Llosa y Antonio Muñoz Molina, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 1986 y 2013, respectivamente; Norman Foster y Rafael Moneo, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009 y 2012, respectivamente; Alberto Anaut, presidente de La Fábrica y de la Fundación Contemporánea, Luis Gordillo, Cristina Iglesias, Julio Llamazares, Gonzalo Suárez, Jaime Rosales, Aitana Sánchez-Gijón, Alberto García Alix, Chema Madoz, Pierre Gonnord, José Luis Gómez, Juan Barja y Javier Gomá.

El Museo Nacional del Prado se inauguró en Madrid el 19 de noviembre de 1819 como Real Museo de Pinturas y Esculturas para albergar obras procedentes de las colecciones reales, que habían comenzado a tomar forma en el siglo XVI con Carlos I y que fueron enriquecidas por todos los monarcas que lo sucedieron. Con un primer catálogo integrado por 311 pinturas, el Museo, que pronto cambió su denominación a Museo Nacional de Pintura y Escultura, ya servía de depósito para otras 1510 procedentes de los Reales Sitios.

El Museo ocupó el Gabinete de Ciencias Naturales, obra de Juan de Villanueva, en lo que se conocía como Prado de los Jerónimos, por lo que popularmente se llamó Museo del Prado antes de recibir esta denominación oficial a principios del siglo XX. Doscientos años después de su inauguración, tras varias reformas y sucesivas ampliaciones, el Museo del Prado sigue cumpliendo la alta misión de conservar, exponer y enriquecer el conjunto de las colecciones y obras de arte que, estrechamente vinculadas a la historia de España, constituyen una de las más elevadas manifestaciones de expresión artística de reconocido valor universal.

Convertido en la institución cultural más importante de España y en una de las pinacotecas más destacadas del mundo, el Museo Nacional del Prado tiene una colección de cerca de 8.000 pinturas, de las que 1.700 están expuestas en el edificio Villanueva y más de 3200 se distribuyen entre 255 instituciones culturales de toda España. Sus salas, por las que pasan anualmente casi tres millones de visitantes - más de la mitad extranjeros-, han servido de inspiración a algunos de los pintores más significativos de los últimos 150 años, como Fortuny, Sorolla, Picasso, Monet, Renoir, Durant o Chase.

El Prado es conocido más como museo de pintores que de pinturas por la singularidad de su origen dependiente del mecenazgo real de los siglos XVI y XVII, orientado a reunir el mayor número de obras posible de los artistas preferidos. Por este motivo, el Museo tiene los mayores conjuntos de El Bosco, Tiziano, El Greco, Rubens, Velázquez o Goya, en algunos casos con más de un centenar de obras. Con la dinastía Borbón llegaron los pintores franceses en un siglo XVIII dominado por artistas foráneos, como los italianos, hasta finales de la centuria, en la que Goya devolvió a un español el dominio del escenario cortesano.

El Museo del Prado, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades