Con un aforo expectante y ocupado en su totalidad, el músico andaluz Dorantes fue el encargado ayer tarde de tender puentes entre el Conservatorio Superior de Música y la Universidad de Córdoba a través de su Cátedra de Flamencología, dirigida por el cantaor David Pino.
Fue en el transcurso de una conferencia impartida por el pianista y compositor universal, quien a través de la palabra y con su piano, trazó un viaje desde sus inicios en la interpretación de obras de clásicos como Chopin o Beethoven, pasando por el recuerdo de composiciones que le han llevado a la fama, como el célebre Orobroy, hasta llegar a sus últimas composiciones. Dorantes dio muestra al público de algunas de las claves musicales que ha ido utilizando para construir su propio discurso y crear un lenguaje propio. Igualmente, el artista dio el turno a los jóvenes estudiantes que acudieron a la sesión, para dar respuesta a las inquietudes profesionales y artísticas que le fueron planteando.
Para su presentación, David Pino incidió en el hecho de que, “hasta la irrupción de Dorantes en la escena pública, la vertiente flamenca del piano había sido prácticamente anecdótica, siendo el artífice de su universalización y dotándola de una amplitud armónica inédita hasta entonces. Estamos ante un genial músico de raíz con la cultura flamenca instalada en sus adentros desde antes de nacer que, sin embargo, ha complementado su formación desde el mundo más estrictamente académico en su paso por el conservatorio, dualidad que de forma ineludible aparece y se percibe en su música”.
Dorantes continuará en el día de hoy impartiendo una masterclass en el mismo escenario, ahora para alumnos de diversas disciplinas dentro de la música.
