viernes. 29.03.2024

Alvaro Sánchez. Desde Córdoba Buenas Noticias iniciamos la publicación de un especial dedicado a "Cordobeses Ilustres" de diferentes ámbitos de actividad y con una amplia proyección histórica.

Para ello contamos con la colaboración del profesor Feliciano Robles, que gentilmente ha puesto a nuestra disposición y sobre todo de nuestros lectores, este trabajo que tan minuciosamente ha elaborado.

Comenzamos en el día de hoy con Averroes, uno de los personajes cordobeses de mayor relevancia histórica, y cuya obra ha trascendido por siglos y hasta nuestros días.

Averroes

Averroes, es el nombre latinizado del árabe Abū l-Walīd Muhammad ibn Ahmad ibn Muhammad ibn Rushdfue filósofo, médico y jurista. Nació en Córdoba en 1126 y murió en Marrakech (Marruecos) en 1198 a los 72 años de edad.

Fue el más ilustre filósofo, médico y jurista de la España musulmana. Lo nombraron médico de corte y le confiaron, en España y en Marruecos, una serie de misiones que culminaron en 1182 con el nombramiento de cadí de los cadíes de Córdoba.

Averroes se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano y cómo es posible la formulación de verdades universales y eternas por parte de seres perecederos.

Familia

Averroes descendía de una familia de juristas. Su abuelo fue cadí principal de Córdoba bajo el régimen de los almorávides y su padre mantuvo el mismo cargo hasta la llegada de la dinastía almohade en 1146.

Formación

Estudió al mismo tiempo teología y materias literarias. Además también estudió medicina, astronomía y filosofía. Tuvo acceso por tanto a todo el conocimiento de su tiempo y en su ambiente, y a lo largo de su vida no dejó de profundizar, no sólo con nuevas lecturas, sino también con reflexiones y observaciones directas.

Trayectoria profesional

Fue designado juez en Sevilla en 1169 y en Córdoba en 1171; en 1182 fue médico de Abu Yaqub Yusuf, califa almohade de Marruecos y de la España musulmana. En 1194, el emir, Yusuf II, determinó su destierro debido a su teoría filosófica que afirmaba que la razón primaba sobre la religión, posteriormente fue rehabilitado.

El Comentador

Averroes fue conocido en Occidente como "el Comentador" por haber traducido y divulgado las obras de Aristóteles. De entre sus numerosas obras, destacan precisamente los “Comentarios a Aristóteles”, de los cuales existen el “Comentario mayor” (1180), en el que explicó frase por frase el corpus aristotélico; el “Medio”, en el que explicó el conjunto de los textos, y el “Pequeño” comentario o paráfrasis(1169-78), que resumía su significado general. También comentó “La república” de Platón.

Filósofo

Entre sus ideas se destacó la afirmación de que las verdades metafísicas pueden expresarse por dos caminos: el de la filosofía y el de la religión. También rechazó la idea de que el mundo haya sido creado en un momento dado y afirmó, claramente influido por Aristóteles, que Dios es el "primer motor", fuente propulsora de todo movimiento que transforma lo potencial en lo real.

Represión

A finales del siglo XII una ola de fanatismo integrista islámico invadió Al-Ándalus después de la conquista de los almohades, y Averroes fue desterrado y aislado en Lucena y Cabra, cerca de Córdoba, prohibiéndose sus obras. Poco tiempo antes de su muerte, sin embargo, fue reivindicado y llamado a la corte en Marruecos.

Muchas de sus obras de lógica y metafísica se perdieron definitivamente como consecuencia de la censura. Gran parte de su obra sólo ha podido sobrevivir a través de traducciones en hebreo y latín, y no en su original árabe.

Pensamiento filosófico

La noética de Averroes, formulada en su obra conocida como Gran comentario, parte de la distinción aristotélica entre dos intelectos, el nous pathetikós (intelecto receptivo) y el nous poietikós (intelecto agente), que permitió desligar la reflexión filosófica de las especulaciones míticas y políticas.

Averroes se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano y cómo es posible la formulación de verdades universales y eternas por parte de seres perecederos.

El filósofo cordobés se distanció de Aristóteles al subrayar la función sensorial de los nervios y al reconocer en el cerebro la localización de algunas facultades intelectivas (imaginación, memoria...).

Averroes situó el origen de la intelección en la percepción sensible de los objetos individuales y concreta su fin en la universalización, que no existe fuera del alma (el principio de los animales): el proceso consiste en sentir, imaginar y, finalmente, captar el universal.

Ese universal tiene, por lo demás, existencia en cuanto que lo es por aquello que es particular. En cualquier caso, es el intelecto o entendimiento el que proporciona la universalidad a lo que parte de las cosas sensibles.

La concepción del intelecto en Averroes es cambiante, pero en su formulación más amplia distingue cuatro tipos de intelecto, es decir, las cuatro fases que atraviesa el entendimiento en la génesis del conocimiento: material(receptivo), habitual (que permite concebirlo todo), agente (causa eficiente y formal de nuestro conocimiento, intrínseco al hombre y que existe en el alma) y adquirido (unión del hombre con el intelecto).

Averroes distingue, además, entre dos sujetos del conocimiento (más propiamente: los sujetos de los inteligibles en acto): el sujeto mediante el cual esos inteligibles son verdaderos (las formas que son imágenes verdaderas) y el sujeto mediante el que los inteligibles son un ente en el mundo (intelecto material).

Consecuentemente, el sujeto de la sensación (por el cual es verdadera) existe fuera del alma y el sujeto del intelecto (por el cual este es verdadero), dentro.

Relevancia

A pesar de la condena de 219 tesis averroístas por parte del obispo parisino Étienne Tempier en 1277 a causa de su incompatibilidad con la doctrina católica, muchas de éstas sobrevivieron en la literatura posterior de mano de autores como Giordano Bruno o Giovanni Pico della Mirandola.

A fin de salvar la incompatibilidad de las tesis averroístas con la doctrina cristiana, Siger de Brabant propuso la doctrina de la doble verdad, según la cual hay una verdad religiosa y una verdad filosófica y científica. Esta doctrina sería adoptada por la mayoría de defensores europeos del averroísmo.

Fuente: https://cordobesesilustres.blogspot.com/2019/08/averroes.html

Cordobeses Ilustres: Averroes, un adelantado en siglos por su sabiduría