El Trío Yaran, que dirige Kaveh Sarvarian, ofrece un concierto de música clásica persa este viernes, a las 18.00 horas en la Sala Orive, dentro del vigésimo cuarto Ciclo de Música Antigua Ciudad de las Tres Culturas, que organiza la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento. Trío Yaran lo forman Kaveh Sarvarian, ney, voz, tombak; Babak Kamgar, tar, laúd; y Parisa Delshad, tombak, dayere; más la colaboración de Layali Alkasar en la danza. La entrada es libre hasta completar aforo.
La música clásica persa o, como la llaman en Irán, “música tradicional persa”, es el estilo oficial y nacional de música en todo el país. También existe música folclórica de cada región, cuya formación depende de cultura, tradiciones e idiomas de los pueblos. Cada una tiene sus ritmos, instrumentos y canciones diferentes. Así, la música sufí, por ejemplo, forma también parte del folclore de algunas regiones de Irán.
La estructura de la música clásica persa es bastante amplia y compleja. Su formación está basada en “Radif”, que es el repertorio completo de las melodías y motivos en distintos modos (12 modos, que incluyen siete modos principales y cinco submodos). Los músicos tienen que aprender y memorizar todo el radif, pero después pueden improvisar e interpretar de forma propia.
La música clásica persa tiene dos partes: las formas rítmicas y la parte libre (sin ritmo). En esta ocasión, Trío Yaran ha preparado un repertorio de la más pura y tradicional música clásica persa, acompañada de danza. Un viaje cultural a territorio persa para acercarnos a los ritmos, las canciones, los modos e instrumentos auténticos, de una de las civilizaciones más antiguas de Oriente.
La danza persa más antigua investigada es una danza de adoración a Mitra, rito en la que se sacrificaba un toro. Este culto más tarde se convirtió en uno de los asimilados por el Imperio Romano. Era un baile que ensalzaba el vigor vital. La danza persa antigua fue investigada por el historiador griego Heródoto de Halikarnaso, en su obra Libro IX (Calíope), en la que describe la historia de los imperios asiáticos y las guerras persas hasta el 478 antes de Cristo.
La antigua Persia fue ocupada por potencias extranjeras, primero los griegos, luego los árabes y más tarde los mongoles y, a su vez, se produjeron inestabilidades políticas y guerras civiles. A lo largo de estos cambios, hubo una lenta desaparición de las danzas tradicionales. Después de la caída del Imperio Persa, cuando el país fue destruido, las mujeres iraníes fueron esclavizadas por los nuevos conquistadores y a menudo obligadas a la esclavitud sexual y a bailar eróticamente para los nuevos gobernantes. La prohibición religiosa del baile en Irán se produjo con la expansión del Islam y aumentó o disminuyó a lo largo de la historia. Después de la revolución iraní de 1979, ya no se permitió el baile debido a la frecuente mezcla de sexos.
La compañía nacional de ballet iraní se disolvió y sus miembros emigraron a diferentes países. Como resultado, muchos de los talentosos bailarines persas se mudaron a Occidente, Europa y Estados Unidos principalmente, y la nueva generación de bailarines y artistas de ballet iraníes creció en la diáspora.
