A finales de junio la compañía canadiense hizo pública su delicada situación económica. Cerca de 5.000 acróbatas y técnicos fueron despedidos. Los estragos de la pandemia causaron una feroz deuda, asumida por el nuevo grupo de acreedores que se hará con su control.
El plazo para mejorar la puesta de una decena de prestamistas, liderados por el fondo canadiense Catalyst Capital Group, se cerraba la tarde del martes. Nadie logro superar la cifra, por lo que les ha sido concedida la adjudicación.
La oferta, a expensas de ser validada por los tribunales de Quebec en las próximas semanas, ronda los 1.200 millones de dólares. Este grupo de acreedores acordarán una rebaja de la deuda, cercana al 70%.
El director del fondo define la transacción como un "gran resultado para la compañía teatral, así como para sus empleados, socios y artistas".
"Ahora, con los recientes pasos en falso de la compañía, estamos ansiosos por cerrar la transacción rápidamente y apoyar a la compañía mientras reaviva la magia y el arte que han convertido al Cirque du Soleil en una marca mundial icónica y una fuerza creativa", declaró.