viernes. 29.03.2024

Álex Sienna, un valenciano con el futuro a sus pies que vuelve a sorprender con su nuevo álbum Melancolic. Un disco completamente diferente a todo lo anterior. Ni Trágico y Fugaz (2017), ni Tiempos de Impacto (2020) tienen nada que ver. En está ocasión, el ritmo y el estilo dan un giro y su música se convierte en una explosión de seis momentos guardados que piden a gritos ver la luz. Un talento que se ve reflejado en el poder de transformar la tristeza, frustración y pérdida en arte para deleitar a nuestros oídos. 

Un artista que vive amando la música desde muy pequeñito. Empezó a cantar con ocho años y ahora con 29, cosecha todos los frutos de su esfuerzo y dedicación. Eso sí, siempre de la mano de su banda. 

Humilde, con una sensibilidad más que aparente y una voz que endulza nuestros sentidos. Para deleitarnos escogió Se me Para el Tiempo, una canción con la que deja ver su capacidad para transmitir y el pedazo de vozarrón que tiene. 

Su gira El Tour Melancolic eligió Córdoba como primer destino, y aterrizó en la capital para conectar de nuevo con el público. Y no hubo mejor manera de acercarse a ellos, que mandando unas palabras a los lectores de Córdoba Buenas Noticias. 

Antes del concierto, nos reunimos con él para que nos contara más detalles sobre su gira y así profundizar en el interior de esas composiciones tan íntimas en las que se desnuda, aunque no literalmente por fuera, sino por dentro. 

PREGUNTA (P). El primer concierto de tu gira Melancolic ha sido el 14 de enero en Córdoba. ¿Cómo te ha acogido la ciudad?

RESPUESTA (R): Este primer concierto ha sido como volver a las salas desde hace más de dos años cuando empezó la pandemia. Antes sí que habíamos actuado al aire libre, pero esa sensación y sobre todo conexión con el público, solo la encuentras en las salas. Además, creo que la gente conexionó con el nuevo trabajo. En cuanto a la banda, nos hemos sentido felices, pero también con un poco de incertidumbre debido al momento que estamos viviendo con la sexta ola. Lo disfrutamos, aunque siempre guardando las medidas: con mascarilla, cierta distancia, etc.

P. ¿La habéis visitado aprovechando la ocasión?

R: Que va, que va. No hemos podido visitarla mucho. Aunque yo tenía mogollón de ganas porque la verdad es que en el sur siempre nos han tratado genial. Este es un tema que hablamos bastante la banda entre nosotros porque vamos a muchas ciudades que queremos ver y que nos interesan. Al final, llegamos, empezamos la prueba de sonido, cenamos algo por ahí y después para el concierto. Y al día siguiente, tenemos que estar de vuelta para llegar a una hora prudente al próximo. Es todo tan seguido que no nos da tiempo a pararnos y ver un poco la ciudad. Pero lo poco que vi, me gustó.

P. Las canciones que componen tu nuevo disco tocan temas como la autodestrucción, el miedo, la ansiedad, el desamor, etc. ¿En qué te sueles inspirar para escribir tus canciones?

R: Melancolic es la fotografía de una etapa destructiva que pasé y realmente, todos esos elementos introspectivos y ambientes que se ven en el disco, que se pueden escuchar, son la consecuencia de todo ese proceso que se ha cebado de alguna forma hasta llegar hasta aquí. Como te decía, es esa propia perfección que tengo de mi mismo y que ha quedado anclada en el disco.

P. Melancolic es el EP que has sacado recientemente, concretamente el año pasado. Contiene seis canciones trabajadas con mucho cariño. Todas siguen la línea de contar historias sobre los prejuicios, el empoderamiento personal, el desengaño, entre muchas otras. ¿Qué ha supuesto este último disco para ti?

R: Muchas veces me preguntan si ha servido como terapia o como una forma de liberarme, pero para nada. Al final ha sido como 'vomitar' al piano, con perdón de la palabra, todos esos pensamientos repetitivos que tenía en la cabeza y simplemente dejarlos ahí fotografiados. Pienso que es una etapa por la que pasé, como pude pasar por muchas otras, y prefiero no aferrarme a ella. Ha sido un proceso con el que espero que la gente conecte y haga que se tengan en cuenta temas que son tan mainstream como la salud mental, homofobia, procesos depresivos, etc. que hay que tener en cuenta y poner los recursos y herramientas suficientes para hacer frente a ello. 

 P. ¿En qué se diferencia de tus trabajos anteriores?

R: En mis trabajos anteriores también había una crítica a la sociedad, a los estereotipos, a todas esas ideas establecidas que parece que nos meten casi como 'disparos'. Al final, que contenga un poco más de enfado y crítica, me ha pasado factura. Por eso, decidí que en este disco, el foco del motor iba a ser más yo mismo. He querido enlazar todos esos elementos criticables de la sociedad que van haciendo mella y te van mermando, hasta materializarlos en seis canciones que hablan de salud mental. Un tema que ya no es tan tabú y me alegro por ello. Que yo haya aportado mi granito de arena para que quede reflejado ahí, ya es un paso. Aunque todavía queda mucho por normalizar.

P. El tercer single Cómo has podido, una de las canciones que contiene tu EP se mueve en el estilo musical Jazzy Pop pero también incluye matices de nostalgia en la letra. Además, el videoclip presume de tener un ritmo para fluir gracias a la coreografía que lo acompaña. ¿Cuál ha sido la clave para conseguir ese fantástico resultado fusionando estos tres elementos?

R: Bueno, es que yo soy muy de extremos, siempre busco la radicalidad y me gusta mucho la diferencia entre la lírica y la producción. No es algo que haga adrede, es mi forma de articular la música y expresarme. Me parecía interesante mezclar los dos estilos y conseguir ese contraste entre ambos, que refleja que se puede vivir en la contradicción. Al igual que en la vida, que convivimos con momentos de luz y de oscuridad.

P. Lo que más me llama la atención del videoclip aparte del baile, es tu facilidad para conseguir darle un giro alegre a la canción, cuando en realidad la letra es muy nostálgica.

R: Creo que se trata un poco de algo que hacemos todos. Que aún estando 'en la mierda', cuando salimos a la calle tenemos que sonreír. 

P. En la canción Esto me va a matar, haces referencia a la falta de motivación y desgana debido a los obstáculos que te va dando la vida y también la industria musical. Durante toda tu trayectoria, ¿has sentido esa frustración de estancarte o de no poder avanzar?

R: Esto me va a matar es un canto a la ferocidad de la industria musical. Cuando tú llevas un proyecto autogestionado (como en mi caso) la gente desconoce todo lo que hay detrás, la manera en la que te llegas a agotar económica y emocionalmente. Para dar un paso tienes que tener una mochila muy grande, y en ocasiones, el nivel de hartazgo es bastante importante. La canción habla de eso, de que esa industria que tanto amas, de alguna forma te acaba destruyendo. De ese sentimiento surgen frases como: “Me arde todavía el pecho, cada vez que empiezo a cantar, algo se ha roto aquí dentro, tal vez lo debería dejar. No puede esperar, esto me va a matar”.

P. En relación con la frase Tal vez lo debería dejar”, ¿alguna vez te has planteado dejarlo?

R: Claro, todos los días (risas). Como te decía, tienes esa bidireccionalidad, que es lo que sustenta un poco tu pasión por esto, pero llega a ser complicado. Por un lado, vives una parte, la bonita, en la que sientes muchísima satisfacción. Ves como la gente conecta con los temas, vienen a los conciertos y de repente, una canción pasa a ser muy importante para ellos. La otra parte, que lo acaba dañando todo un poco, es la que gira en torno a una industria, que a veces parece un poco inaccesible. La clave para encontrar el equilibrio, es ofrecer un producto que sea de calidad, que te identifique y con el que estés 100% seguro.

P. La industria musical suele abogar más por música comercial. ¿Te ha costado mucho hacerte un hueco teniendo en cuenta tus composiciones con letras tan originales, personales y con la incorporación de temas poco tratados socialmente?

R: La industria va tan deprisa que no te da tiempo a ponerte al día de todo. Lo más importante es cuidar tu proyecto y si algo tiene calidad, yo creo acaba saliendo por alguna parte. Hay veces que no, pero nadie sabe la formula del éxito. La parte complicada, es que se llegan a sacar singles cada semana y muchos artistas y solistas emergentes no tenemos la capacidad económica para meternos en el estudio y grabar un tema nuevo. Más que la industria, ha cambiado el modelo de negocio. Hemos acabado siendo creadores de contenido y todo lo que nos rodea es esencial para que el producto resulte. Al final lo que proyectas sobre los demás, como tu propia forma de comunicarte en redes, es lo que envuelve también un poco al producto, lo que lo hace interesante y compulsa tu discurso. 

P. Echando la vista atrás concretamente al año 2018, en el sencillo El Simulacro plasmas las emociones internas que has vivido. Una palabra que flota como una metáfora para dejar claro que los malos momentos y el pasado quedan fuera. ¿Estoy en lo cierto?

R: Totalmente. Es como un simulacro a lo positivo, donde nadie juzga a nadie. Una utopía de una simulación en la que no cuestionamos a los demás, cada uno convive con sus virtudes y defectos, todos estamos tranquilos y no existe esa presión tan heavy sobre las personas. Representa experimentar la felicidad, un estado en el que te mantienes estable o con cierta calma con lo que eres y lo que haces.

P. En la línea de lo que transmites, cada vez tus canciones van metiéndose más en ti mismo. ¿Crees que desde que empezaste hasta ahora has alcanzado la madurez emocional que te hace plasmar tanta alma en ellas?

R: No lo llamaría madurez emocional, sino honestidad. Intento sentarme al piano y ser capaz de contar de forma natural lo que me está pasando por dentro. Sin disfraces, sin armaduras y sin nada que empañe el objetivo de transmitir un mensaje directo. Es verdad que vas cumpliendo años y maduras, te van pasando unas cosas, vas entendiendo otras... Una frase que lo define muy bien es: “puede que no sepa nada, pero sé mucho de mí”. Con los años te das cuenta de que es importante tener empatía con los demás, y también contigo mismo, no tratar de castigarte y ser honesto con lo que haces.

 P. ¿Has sentido que has evolucionado desde que sacaste tu primer álbum Trágico y Fugaz?

R: Con Trágico y Fugaz (2017) pasaron muchas cosas. Hubo muchos momentos que fueron una pasada, como cuando acabamos teloneando a Vetusta Morla en la Plaza de Toros de Alicante. O cuando fuimos cabecera de Hoy por Hoy de Cadena Ser. Empezamos a hacer llenos en algunas ciudades y fue todo muy bonito. Después, con el siguiente álbum, Tiempos de Impacto (2020), nos impulsamos un poquito más y hubo muchos cambios en decisiones como con quién quería trabajar. En la actualidad, con Melancolic, tras el parón, necesitaba conectar de otra forma con el público, ofrecer algo distinto, crecer poco a poco y hacerlo de forma sólida. En resumen, me he autogestionado desde que empecé y el proceso lo he llevado a rajatabla y haciéndolo como toca.

P. Como he comentado a lo largo de la entrevista, tienes un estilo muy propio y personal. Para formar ese artista musical ¿en qué referentes te inspiras?

R: En mi casa se escucha muchísimo bolero, que es un poco la antítesis de todo. Aunque en esta última etapa, sí que me han acompañado muchos artistas que admiro y me gustan como Alice Wonder, El Zar, Isla de Caras, Silvia Pérez Cruz, Guillen Roma y Ede, entre otros. Toda esa escena que en estos momentos está hirviendo y efervesciendo. 

P. ¿Qué crees que te hace desmarcarte de los demás?

R: Volvería a destacar la honestidad. El contar lo que te pasa de una forma clara y concisa. Sobre todo, ese dinamismo y esa energía que hay en el directo, la gran baza que tenemos mi banda y yo. Una fuerza que crece en cada concierto, hace enaltecer las canciones y convierte al personaje en algo más poderoso.

P. ¿Cómo surgió la colaboración con Alberto Jiménez de Miss Caffeina con la canción Esto me va a matar?

R: Fue algo muy natural. Antes de sacar Melancolic, tuvimos un acercamiento con La Cabeza y el Juicio, el single de mi disco Tiempos de Impacto. Pero al estar en plena pandemia, finalmente no acabó de cuajar y se quedo en el aire. Más tarde, cuando empecé a sacar los adelantos del nuevo disco, Alberto me escribió por Whatshapp y me dijo: "Alex tío, me flipa lo que estás haciendo ahora". Y así fue, hablando y hablando, surgió una colaboración de la que estoy muy contento.

P. He tirado de hemeroteca y he visto que fuiste niño Veo, Veo en aquel mítico programa de los 90. Ahora es la época de Eurovisión y el 29 de enero es la final para elegir el candidato que representará a España, ¿alguna vez se te ha pasado por la cabeza participar?

R: Y, ¿por qué no? De hecho, este año estuve a punto de presentarme. Aunque no me dio tiempo, ya que era muy poquito el margen que había para meterme en el estudio cuando yo me enteré. Me hubiese gustado porque me llama la atención la dirección tan interesante que está tomando el festival. Me mola mogollón la disparidad de géneros y que haya propuestas de bandas que no son tan conocidas por el gran público. 

P. Has estado en Córdoba y ahora tienes el segundo concierto en la Sala Caracol de Madrid. ¿Qué esperas de esta gira?

R: Tienes que venir, estás invitada (risas). Mañana hacemos la presentación de Melancolic, aunque también cantaremos temas de mis trabajos anteriores. Estamos deseando contar con el público, que la gente venga y sea un momento bonito y con energía. Además, con muchísimas ganas de poder venir a la capi, que siempre es un placer. Aunque la situación no es lo más favorable, hemos decidido tirar para adelante, sin olvidar las medidas necesarias. 

P. La gente te escribe, te comentan que tus letras les ayudan en su día a día. ¿De qué manera te lo hacen llegar?

R: Yo tenia cierto miedo, porque el cambio respecto a la producción y a todo lo que envuelve Melancolic, lo hace distinto a lo que he hecho anteriormente. Me inquietaba la idea de que no se entendiera el contexto del que vengo. Al final, la gente lo ha entendido perfectamente, ha conectado con ello y así me lo hacen saber. Hace poco, me escribió una persona comentándome que había escuchado la letra de una de mis canciones y se había dado cuenta de que en una parte de su pasado no había actuado bien con alguien. Gracias a ello, lo llamó, hubo reconciliación, y se volvieron a ver. Al final que la música consiga cosas como esas, me parece super bonito. Muy mágico. 

Nos hemos tomado al pie de la letra la invitación de Sienna, y como no pudimos acudir a su concierto en Córdoba, no queríamos perdernos el que dio el día 20 de enero en la Sala Caracol de Madrid.  

Un show lleno de momentazos en el que no faltó la buena puesta en directo de una banda muy enérgica. Comenzó con Se Me Para el Tiempo para seguir con Algo Más Fuerte, que dejó muy buen sabor de boca y dio paso a los demás temas de Melancolic. 

Quiero que aparezcas aquí. Su primer single del disco Melancolic. Una letra acompañada de una suave melodía tocada al piano y un ambiente de calma que se anticipó a un estribillo acelerado.

Sienna no quiso que nos perdiéramos algunos de sus éxitos anteriores. La Ley de la Atracción (2020), El Simulacro (2018) y Épico y mortal (2016), que inicia su primer álbum Trágico y Fugaz. Un hit muy movido con el que hizo bailar a todos los que disfrutábamos del espectáculo. 

Además, entre canción y canción predominó su interacción con el público y los mensajes tan especiales que resonaron en la sala. Uno de ellos tan significativo que nos hace reflexionar sobre la importancia de la música como dosis medicinal. 

"A los que estéis pasando momentos difíciles, raros o complicados, ojalá la música y este concierto os hagan abstraeros de todo un poco, de ese caos que hay ahí fuera y a veces, crea un pequeño gran caos dentro"


Tanto Álex como sus músicos nos hicieron vibrar y mostraron que el talento es innato, pero también se gana.

Sienna: "En 'Melancolic' el foco del motor soy yo. Sin disfraces, ni armaduras"