Un vecino de Córdoba ha logrado cancelar una deuda de 55.994 euros, de la que no podía hacerse cargo, tras acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. La sentencia fue dictada por el Juzgado Mercantil número 1 de la ciudad, permitiendo que este ciudadano, que cobraba una renta mínima, pueda liberarse de sus obligaciones financieras.
El origen de la deuda se remonta a una reforma en su vivienda habitual, para la cual solicitó financiación. En un principio, no tuvo problemas para hacer frente a las cuotas, ya que contaba con ingresos adicionales gracias a una renta mínima de inserción social. Sin embargo, la no renovación de esta ayuda hizo que sus ingresos disminuyeran drásticamente, lo que le llevó a solicitar más préstamos para intentar cubrir los pagos, situación que finalmente lo llevó a un estado de sobreendeudamiento.
En esta complicada situación, el cordobés acudió a la entidad Repara tu Deuda, especializada en gestionar la Ley de Segunda Oportunidad. Tras declararse insolvente y cumplir con los requisitos legales, el juzgado le exoneró del pago de la deuda.
La Ley de Segunda Oportunidad
Esta legislación, que se aprobó en España en 2015, está diseñada para ayudar a particulares y autónomos en situaciones de insolvencia, permitiéndoles liberarse de deudas impagables y ofrecerles la posibilidad de empezar de nuevo sin la carga financiera que los asfixia. La ley busca fomentar la economía y el empleo, ofreciendo a los deudores un nuevo comienzo para reinsertarse en el sistema financiero sin estar condicionados por deudas inabordables.
Repara tu Deuda explica que esta normativa tiene su origen en Estados Unidos, donde ha estado vigente durante más de 100 años y ha permitido a figuras como Walt Disney o Steve Jobs recomenzar sus vidas tras fracasos económicos.
Requisitos para acogerse a la ley
Para beneficiarse de la Ley de Segunda Oportunidad, el deudor debe demostrar buena fe, lo que implica haber intentado cumplir con sus obligaciones y actuar con honestidad durante el proceso. Además, debe tener deudas con al menos dos acreedores diferentes y no haber sido condenado por delitos económicos graves en los últimos diez años.
En caso de haber sido beneficiario de esta ley anteriormente, el deudor deberá esperar al menos diez años para volver a solicitarla, a menos que hubiera establecido un plan de pagos, en cuyo caso el plazo se reduce a dos años.
Esta sentencia en Córdoba es un ejemplo de cómo la Ley de Segunda Oportunidad puede ofrecer un alivio significativo a quienes, por circunstancias imprevistas, se encuentran en una situación económica insostenible.