El Tribunal Militar Central ha ratificado la imputación del comandante responsable del ejercicio de instrucción en Cerro Muriano (Córdoba), en el que murieron el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar y el soldado Carlos León Rico el pasado 21 de diciembre de 2023. La causa: falta de apoyo sanitario y temperaturas extremas que no se habían registrado en ejercicios similares anteriores.
Según detalla el auto judicial, el entrenamiento se realizó sin las condiciones mínimas de seguridad habituales en ejercicios acuáticos del Ejército de Tierra, algo que el tribunal considera una grave omisión por parte del mando. "Existían indicios racionales de criminalidad" por no supervisar adecuadamente una maniobra que conllevaba "riesgos evidentes", señala el tribunal en su resolución.
Ejercicio en condiciones extremas y sin soporte médico
A diferencia de anteriores prácticas realizadas en el lago de la base de Cerro Muriano —todas ellas llevadas a cabo en meses con clima templado como abril, junio, septiembre u octubre—, el ejercicio de diciembre se desarrolló a primera hora de la mañana y con temperaturas muy bajas, tanto en el ambiente como en el agua. Además, en todas las ocasiones anteriores se contó con presencia sanitaria, un protocolo que fue completamente ignorado ese día.
El tribunal deja constancia de que incluso en ejercicios más simples, como el ingreso parcial en el agua sin perder contacto con el fondo, se había exigido apoyo sanitario por el nivel de peligrosidad. Solo una maniobra previa, realizada entre abril y junio de 2018, presenta similitudes con la del pasado diciembre, y también contó con todas las medidas de seguridad.
Responsabilidad del mando militar
La resolución judicial apunta directamente a la responsabilidad del comandante procesado por no haber activado protocolos básicos ante una actividad arriesgada. Su conducta, según el tribunal, revela una “ausencia total de control” sobre un ejercicio que implicaba sumergirse en un lago de grandes dimensiones con temperaturas gélidas, sin que se solicitara el apoyo sanitario necesario.
En palabras del auto: “La labor de mínimo control del mando tampoco le llevó a detectar que no se le estaban pidiendo apoyos para una actividad arriesgada”, lo cual refuerza la imputación por dos delitos contra los deberes del servicio en su modalidad por omisión.
Falta de protocolos claros en ejercicios acuáticos
El Tribunal también hace autocrítica institucional al constatar que el "ejercicio de paso de río o paso de agua no está suficientemente interiorizado ni protocolizado en el Ejército en general". En el caso de Cerro Muriano, la base no dispone de pequeños cursos de agua, por lo que el uso de un lago de mayor profundidad y volumen supone riesgos aún mayores que deben ser considerados con especial atención.
La resolución concluye que el ejercicio del 21 de diciembre se ejecutó sin planificación suficiente, en condiciones extremas y sin protocolos de seguridad mínimos, lo que llevó a una tragedia evitable.