Cada vez son más las personas que buscan ciudades donde el ritmo de vida no esté marcado por la prisa, sino por la tranquilidad, el equilibrio y el bienestar emocional. En este contexto, Cartagena, Córdoba y Granada se posicionan como tres destinos ideales para quienes desean adoptar el estilo de vida slow living en España, combinando espacios verdes, teletrabajo y muchas horas de sol.
Cartagena, referente del slow living en España
Con un índice de contaminación acústica extremadamente bajo (13 puntos) y un 59 % de su superficie cubierta por zonas verdes, Cartagena, en la costa sureste del país, se ha convertido en uno de los principales referentes del slow living. Esta ciudad portuaria no solo invita a vivir con calma, sino que también ofrece un entorno perfecto para desconectar del ruido urbano y reconectar con la naturaleza.
Uno de los puntos fuertes de Cartagena es su apuesta por la conciliación: el 95 % de los empleos ofrecen opciones de trabajo remoto o flexible, lo que facilita el equilibrio entre la vida profesional y personal.
Córdoba: sol, cultura y equilibrio laboral
En el segundo lugar del ranking aparece Córdoba, una ciudad donde el sol brilla más de 12 horas al día, lo que la convierte en un lugar ideal para disfrutar de la vida al aire libre. Sus atardeceres a orillas del Guadalquivir y eventos únicos como el Festival de los Patios hacen de esta ciudad un destino con alma.
Además, el 98 % de los trabajos permiten horarios flexibles o teletrabajo, y la jornada laboral media mensual apenas alcanza las 149,9 horas, lo que la convierte en una ciudad perfecta para quienes buscan conciliar y vivir sin estrés.
Granada: entre la Alhambra y la naturaleza
La tercera ciudad destacada es Granada, donde sus 12,2 horas de sol en verano y un 42 % del territorio urbano cubierto por espacios verdes ofrecen múltiples oportunidades para adoptar una vida más consciente. Ya sea paseando por el Albaicín, meditando en algún rincón del Generalife o simplemente disfrutando de un café con vistas a Sierra Nevada, Granada ofrece un entorno propicio para el descanso y la contemplación.
Cómo adoptar el estilo slow living según una experta en psicología
La Dra. Fiorenza Perris, directora clínica de Unobravo, advierte que el estilo de vida actual nos empuja a estar siempre conectados, productivos y en competencia. Sin embargo, esta presión constante puede llevar al burnout. Frente a ello, el slow living propone una alternativa basada en la calma, la conexión con la naturaleza y la regulación emocional.
Aquí tienes cinco claves para empezar a incorporar este estilo de vida sin importar dónde vivas:
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Prioriza lo esencial: No todo lo que haces es urgente. Eliminar lo innecesario libera tiempo y energía para lo que realmente importa.
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Desconecta de la tecnología: Hacer pausas digitales mejora tu salud mental y te ayuda a reconectar con el presente.
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Cuida de ti: Darse espacio para el autocuidado diario —ya sea a través de una ducha, mindfulness o una taza de té— es clave para mantener el equilibrio.
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Rodéate de naturaleza: Estar al aire libre tiene efectos terapéuticos. Camina, respira profundo y permite que la naturaleza te devuelva la paz interior.
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Transforma tu hogar en un refugio: Tu espacio debe reflejar quién eres. Añade plantas, colores suaves y objetos que te hagan sentir en calma.