La manera más eficaz de garantizar el suministro de agua potable a los 80.000 residentes del norte de la provincia de Córdoba dependía de las lluvias abundantes en la cuenca alta del río Guadiato, fuente del embalse de Sierra Boyera. En los últimos días, un verdadero milagro ha comenzado a desplegarse gradualmente en esta área. Las mayores precipitaciones recientes se han concentrado en la zona más afectada, en las cercanías de Sierra Boyera.
Esta bendición ha permitido que, por primera vez desde que el embalse quedó prácticamente vacío en abril, haya suficiente agua en Sierra Boyera para abastecer a los 80.000 residentes sedientos de las comarcas de Los Pedroches y el Guadiato durante dos meses.
Poco después de que se agotara el agua en Sierra Boyera, se puso en marcha un trasvase desde el embalse de La Colada. Sin embargo, la planta de tratamiento de agua potable (ETAP) de Sierra Boyera ha tenido dificultades para purificar un agua de calidad considerablemente inferior a la del embalse original. El agua de La Colada presenta una alta concentración de algas y contaminantes, resultado de años de vertidos en su cuenca. Por esta razón, la Junta de Andalucía prohibió el consumo del agua del grifo. Desde entonces, los residentes han estado subsistiendo con agua embotellada o con el suministro diario de camiones cisterna (suspendido en los días festivos de este puente de la Constitución y la Inmaculada).
Las lluvias de los últimos días han desencadenado el esperado fenómeno de escorrentía, permitiendo que el agua llegue al embalse de Sierra Boyera. Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) de este jueves, en una semana, el embalse ha pasado de retener 0,3 hectómetros cúbicos de agua a contar con más de 0,9 hectómetros cúbicos.
Hasta ahora, las dos comarcas del norte de la provincia de Córdoba requerían 0,5 hectómetros cúbicos de agua al mes. Actualmente, hay suficiente agua para aproximadamente dos meses, y se trata de agua potable, sin los inconvenientes asociados al trasvase desde La Colada. Se espera que la reserva aumente gradualmente, ya que se prevé que las escorrentías continúen durante algunos días más y se confía en la llegada de nuevos frentes a lo largo de diciembre.
En cuanto a Emproacsa, la empresa provincial de Aguas de Córdoba, hasta ahora no ha comunicado si reanudará el bombeo de agua desde Sierra Boyera hacia su ETAP, a pesar de las consultas realizadas por este medio y la situación apremiante de los residentes. Hace un mes, los responsables de la empresa indicaron que la normalidad se restablecería con alrededor de 200 litros de precipitación media en la cuenca, lo que permitiría que Sierra Boyera retuviera unos ocho hectómetros cúbicos de agua, suficientes para un año.
El proceso de cambiar el bombeo de un embalse a otro es complejo, por lo que Emproacsa ha optado por la prudencia. Sin embargo, fuentes adicionales indican que están siguiendo de cerca la situación en Sierra Boyera. Esto también lo están haciendo los residentes locales, quienes han presenciado el retorno del agua a las tomas de la presa y desde donde se bombea el líquido hacia la ETAP.
A pesar de estas mejoras, la situación en Sierra Boyera sigue siendo crítica. Aunque las lluvias de los últimos meses han sido significativas, no han sido suficientes para restaurar la normalidad en una zona que ha pasado ya ocho meses sin acceso al agua potable del grifo.