Uno de los Juzgados de Primera Instancia de Córdoba ha dictado sentencia en favor de un padre cordobés que pidió la custodia y patria potestad de su hijo, que fue abandonado en Bolivia por su madre. El juez también ha prohibido cualquier tipo de régimen de visitas a la progenitora, madre e hijo mantendrán contacto por videollamadas.
El hechos ocurrieron cuando el niño de ocho años viajó con su progenitora su país de origen. Allí, el menor fue atendido y recibió la protección de la Casa San José, una organización pública que atiende a los niños de la calle y garantiza una correcta reinserción familiar.
Según la sentencia, el padre acudió a recoger a su hijo cuando fue informado por un familiar de la madre de que el menor estaba desatendido. La madre “no se encuentra ni cuenta con las condiciones necesarias para poder responsabilizarse del niño, ya que nuevamente lo expondría a situaciones de riesgo” aseguran las psicólogas de la Casa de San José, que han constatado documentalmente todo lo acontecido.
El 26 de enero de 2018 se dictó una resolución judicial que autorizaba la reintegración familiar del menor permitiendo, así, que se encontrara bajo la atención permanente del padre desde su regreso de Bolivia. Desde esa fecha hasta la sentencia actual, la madre continúa residiendo en Bolivia y no ha visitado al menor, pero tiene contacto telefónico de forma esporádica.
La mujer ha sido declarada por rebeldía procesal al no asistir a la vista oral celebrada. En este sentido, el padre ratificó su demanda; en la que pedía la guarda y custodia de su hijo, así como el ejercicio exclusivo de la patria potestad y solicitaba la no fijación de visitas y una pensión de alimentos de 150 euros mensuales con gastos extraordinarios compartidos.
El juez ha estimado en parte el escrito del padre, atribuyéndole la guardia y custodia del menor y el ejercicio de la patria potestad. Establecer otras medidas puede “perjudicar el interés del menor dada la dificultad de recabar el consentimiento conjunto para cualquier cuestión relacionada” con el niño. Además de estas medidas, el juez tampoco ha fijado un régimen de visitas para la madre, pero sí permite que mantengan el contacto telefónico.
