El nuevo obispo de Córdoba, Jesús Fernández, da por hecho que en el ámbito de las hermandades y cofradías de la diócesis "hay obra social y hay espiritualidad", hasta el punto de que siente "admiración" por las cofradías, si bien ha aclarado que "eso no quiere decir que no haya que mejorar, que claro que habrá que mejorar, por supuesto. Ya veremos en qué".
En este sentido y en una entrevista concedida a Europa Press, Jesús Fernández ha dicho que admira "mucho la piedad popular andaluza, y lo digo con arrepentimiento, en el sentido siguiente: en la parte Norte de España teníamos un cierto complejo de superioridad pensando que allí sí que era auténtica la Semana Santa. O sea, como si aquí en Andalucía fuera todo jajajá. Pero desde hace unos años" esa percepción cambió para él, cuando conoció "en Sevilla el Gran Poder y también la Macarena, pero sobre todo el Gran Poder, porque prediqué un quinario allí, y está también la Soledad de San Lorenzo, que está al lado".
La cuestión, según ha relatado el obispo de Córdoba, es que vivió la Semana Santa en Andalucía "un poco desde dentro", y también es "conocedor de la obra social que allí tienen. En concreto, el Gran Poder, en un barrio que llaman Los Pajaritos, al que le dedican, según entendí entonces, hace unos años, 150.000 euros al año", con lo que "estamos hablando de cifras altas".
En cuanto a la Semana Santa y la obra social que desarrollan las hermandades y cofradías de Córdoba, Jesús Fernández ha dicho estar seguro de que "aquí va a ser igual" que lo que ya conoció en Sevilla.
"Es decir, que hay obra social y hay una espiritualidad que va más allá del jajajá. Por eso yo comenzaba hablando de arrepentimiento y casi de pedir perdón porque creíamos que en el Norte eso sí es auténtico. Pero yo cuando veo esa obra social o me entero del culto que se tiene, de la formación que se tiene, de la hermandad que se vive, de la fraternidad que se vive, pues humildemente digo que esto me alegra mucho y les felicito por ello", según ha subrayado.
"Eso no quiere decir que no haya que mejorar, claro que habrá que mejorar, por supuesto. Ya veremos en qué. Por lo tanto mi punto de partida es de agradecimiento y de admiración, de valorar lo que hacen" las hermandades y cofradías cordobesas, "y en segundo lugar pues yo quiero, por supuesto, atenderlas en la medida que pueda y apoyarlas en la medida que pueda".
MISIONES
Por otro lado, respecto a la implicación de la Diócesis de Córdoba con la labor misionera, por ejemplo de forma directa en Picota, en Perú, Jesús Fernández ha dicho no saber si "la conciencia misionera está muy desarrollada o no", pero, "evidentemente, hay que aprovechar esa experiencia para hacer ver que eso es algo próximo y que tenemos que apoyarlo".
El nuevo obispo cree, en cualquier caso, que la de Córdoba "es una diócesis rica, en el sentido de que tiene muchas vocaciones" y cuenta con "mucho clero joven. Es decir, es una diócesis que tiene potencia en el sentido vocacional del sacerdocio" y, por ello, "es muy importante hacer ver que otros lugares no tienen tanto", como es el caso de su anterior diócesis, la de Astorga.
Por eso, según ha defendido, "no podemos estar cerrados, ser una iglesia cerrada, sino que tiene que estar abierta a otras latitudes y a otras necesidades, y yo creo que esto se está haciendo, porque el hecho de que exista ya una misión en Perú quiere decir que esa conciencia ya existía", teniendo Jesús Fernández la idea de que "hay que mantenerla e incluso acrecentarla".