La cárcel de Córdoba vuelve a situarse en el centro de la polémica tras registrarse una nueva agresión violenta a un funcionario de prisiones, la quinta en apenas quince días. El suceso ha reavivado las críticas de los sindicatos del sector, que exigen medidas inmediatas y contundentes para frenar lo que consideran una ola creciente de violencia entre rejas.
Según han informado CCOO, APFP, ACAIP-UGT y USO, el incidente tuvo lugar durante la tarde del miércoles en el Departamento de Enfermería del centro penitenciario. Durante el reparto de medicación, un interno se abalanzó de forma sorpresiva y agresiva sobre un funcionario, arrojándolo por las escaleras y propinándole una brutal paliza mientras lo insultaba en el suelo.
El interno agresor ya tenía antecedentes violentos
Lo más alarmante, destacan las organizaciones sindicales, es que el reo implicado en la agresión ya contaba con antecedentes por comportamiento violento. En su día fue clasificado en primer grado —el nivel más restrictivo—, pero recientemente había sido progresado a una convivencia más flexible dentro del módulo de Enfermería, donde las medidas de seguridad eran más laxas.
La rápida intervención de otros funcionarios y la presencia de la Jefa de Servicios en el lugar permitieron reducir al interno y trasladarlo a aislamiento, evitando así consecuencias aún más graves. No obstante, el funcionario herido ha requerido atención médica y permanece en recuperación.
Sindicatos exigen medidas urgentes contra la violencia en prisión
Las centrales sindicales han elevado un comunicado conjunto en el que reclaman a la Dirección del centro que se cumplan de inmediato los acuerdos adoptados en la reunión celebrada esta misma semana. Consideran imprescindible una revisión profunda del sistema de clasificación de internos y denuncian la grave escasez de personal, un factor que agrava la situación y compromete la seguridad del centro.
“Nos enfrentamos a una crisis estructural que requiere acciones inmediatas. No se puede permitir que estas agresiones se normalicen”, advierten desde los sindicatos, que insisten en que la seguridad del personal está en juego. En palabras de los representantes sindicales: “El riesgo para los trabajadores penitenciarios es real. La espiral de violencia, tensión y bajas laborales pone al límite el funcionamiento del centro”.
Riesgo de consecuencias irreparables si no se actúa
Los firmantes del comunicado —CCOO, APFP, ACAIP-UGT y USO— concluyen con una advertencia contundente: si no se adoptan medidas drásticas a corto plazo, se teme que puedan producirse consecuencias irreversibles, tanto para los trabajadores como para los propios internos.
Esta situación pone en evidencia la necesidad de reforzar la seguridad en los centros penitenciarios, replantear los criterios de clasificación de presos peligrosos y garantizar condiciones laborales dignas para quienes trabajan en uno de los entornos más complejos del sistema público.