miércoles. 24.04.2024

Ya hace días que por la noche se pueden disfrutar de las estrellas fugaces de las Lágrimas de San Lorenzo, cayendo del cielo cada noche y cada hora con más frecuencia hasta llegar a ese promedio esperado de 100 meteoritos en 60 minutos esperados en la madrugada del próximo viernes al sábado, a las 3.00 hora peninsular. Claro que en unas circunstancias idílicas, que no existen en casi en Europa, con atmósfera totalmente despejada, a miles de metros de altura, con contaminación lumínica cero y usando instrumentos especializados. Y sobre todo, sin Luna, y ni mucho menos una Luna llena como la de agosto de 2022, de las más brillantes del año. Pese a todo, no hay que desesperar, ni mucho menos.

Muchas estrellas fugaces podrán contemplarse desde Córdoba y, muchísimas más mejor, observarse sin salir de su término municipal en lugares como el parque periurbano de Los Villares, a algo más de 600 metros sobre el nivel del mar, ya distante de la contaminación lumínica de la ciudad y ya cerca de las reservas starlight de Sierra Morena y de Los Pedroches.

Así, se espera una notable afluencia nocturna al parque periurbano entre estas noches y las del fin de semana en los que ya se ha convertido en toda una tradición del verano cordobés para visitar la zona y disfrutar del fenómeno astronómico, del frescor de las noches estivales en el parque, de la naturaleza y de la compañía de familia, pareja o amigos. En todos estos atractivos nocturnos, la Luna llena, que por un lado dificultará la observación de estrellas fugaces, por otra parte permitirá este año caminar y disfrutar de los encuentros y del entorno dando toda su luz.

Entre todos los visitantes cabe contar de nuevo con los de la actividad "Senderismo nocturno y Perseidas, mitos y leyendas" que da continuidad por octavo año consecutivo a las ya populares sesiones guiadas en torno a Las Perseidas que organiza Domus Beticae, empresa cogestora de los equipamientos del parque junto a la titular, la Consejería de Sostenibilidad, y Medioambiente. Este año habrá tres veladas, el 11, 12 y 13 de agosto, organizadas con toda la ilusión del mundo para olvidar las muchas restricciones con las que se celebraron las dos ediciones pasadas y tantísimos otros malos momentos debido a la pandemia.

Las popularmente conocidas como 'Lágrimas de San Lorenzo' son el resto del cometa Swift-Tuttle, que con cada órbita de 133 años va desintegrándose al acercarse al sol dejando materiales que son apenas mayores de la cabeza de un alfiler y que  entran en la atmósfera de la Tierra convirtiéndose en plasma con una temperatura en torno a 5.000º C en una fracción de segundo y a 180 kilómetros de altura y a 50 Km/h. Por ello, en puntos particularmente afectados por la contaminación lumínica, como las ciudades, hay que esperar a raros fragmentos mayores, del tamaño de un grano de arroz o un guisante, para disfrutar de este fenómeno. 

Noche de senderismo para ver la lluvia de estrellas en Los Villares