viernes. 19.04.2024

Mesas de Guadalora, en Hornachuelos, ha dado un gran paso en el adecentamiento de sus instalaciones y lo hace con la creación de un “espacio selfie”.

El Ayuntamiento de Hornachuelos junto a la alcaldesa pedánea Eugenia Moreno, se han encargado de limpiar y adecentar unos vestuarios existentes en la pedanía concretamente pintarlos y afianzar los sanitarios. Hasta aquí sería un arreglo más de no se porque la pedanía meloja ha logrado con mucho ingenio y en este caso poco dinero dar vida a una de sus zonas más deterioradas. Estos vestuarios que estaban en muy malas condiciones principalmente a causa de actos vandálicos han dado un giro y ahora, la zona luce completamente diferente, siendo uno de los lugares elegidos por los vecinos y visitantes para realizar sus autoretratos móvil en mano.

Y es que las paredes de estos vestuarios lucen dibujos que son obras de arte en forma de cuadro, con paisajes muy relajantes con el mar como protagonistas y frases poéticas que ayudar a hacer una parada en nuestras ajetreadas vidas.

La pintura ha sido obra de Encarni Martín, artista de la localidad que se ha esmerado en dar vida a esta zona.

Estos dibujos se suman  a las fotografías alusivas a la belleza del entorno natural que lucen en la marquesina de la aldea.

Con esta nueva vida para los vestuarios, se quiere ayudar y concienciar sobre la necesidad de mantener las instalaciones en las condiciones que se merecen.

Hornachuelos se convierte en cuento.

No es la única iniciativa de estas características que se ponen en marcha en la localidad.  

El ayuntamiento de Hornachuelos iniciaba hace unos meses una curiosa iniciativa, llenar de magia los rincones y recovecos de su entramado de calles dando un brillo especial y único. A nadie se le escapa la belleza de Hornachuelos y a nadie se le escapa los secretos de su casco histórico. Pero el Ayuntamiento daba un paso más y se ha empeñado en hacer más mágica y aventurera la vista a Hornachuelos, a sus calles y a sus poblados. Con esta iniciativa, Hornachuelos se ha convertido en el escenario de un cuento en el que todos los visitantes, pueden ser sus protagonistas.

El paisaje, la flora, la fauna… de su Parque Natural, hacen de Hornachuelos un lugar privilegiado para vivir, para visitar, para conocer. Un lugar que invita al sosiego, que despierta la creatividad y muestra de ello es la iniciativa que ha puesto en marcha el consistorio y con está dejando a nadie indiferente.

Las manos de Ana Heras, una artista local, se han encargado de dar vida a los nuevos habitantes de Hornachuelos. La iniciativa  pretende poner en valor diferentes rincones del municipio y sus poblados, dotándolo de un atractivo añadido.

Por ello, tanto el casco urbano como las pedanías disfrutan de diversos lugares propios de cuentos

Es el caso del bosque encantado de Bembézar, una pequeña zona de arbolado, ya seco, del que se ha hecho un museo al aire libre y en plena naturaleza. Se consigue un triple objetivo, poner en valor esa zona de naturaleza ya en decadencia dándole una nueva vida, promover el arte y el amor al medio ambiente. El bosque encantado cuenta con la decoración de troncos secos, con elementos de películas relacionados con los bosques y con la naturaleza. Se está creando un espacio en el que toman vida no sólo los troncos, si no que es una zona que se convierte en un especio con arte a través de obras pictóricas en diversos soportes como las piedras, las madera o las telas.

Por otra parte, ya en el casco urbano la experiencia no es menos mágica. La aventura está asegurada.

Se trata de todo un atractivo turístico en el municipio, creando un museo al aire libre, cambiando la naturaleza muerta por belleza, creatividad e imaginación. 

La artista encargada de las obras pictóricas, Ama Heras, ha buscado entre los animales más representativos del Parque Natural de Hornachuelos inspiración para iluminar algunos rincones del pueblo. Con este proyecto se presentan a los animales con una visión diferente. Y, al igual que en la naturaleza, los animales son huidizos. Por eso, las pinturas no se nos muestran abiertamente, aparecen en distintos lugares, donde menos se espera, hay que ir en su búsqueda, convirtiéndose en todo un juego en el que nadie quedará indiferente. Son pequeñas pinturas, que semejan bordados en la esquina de un pañuelo con el que el Ayuntamiento saluda a los vecinos y visitantes de Hornachuelos.

Sin lugar a duda, un nuevo atractivo turístico para el municipio, del que se está corriendo la voz y ya se ven corretear a los niños en busca de los rincones mágicos en los que los nuevos habitantes de Hornachuelos cobran vida. Fotografías para el recuerdo, pero recuerdos mágicos que se guardan para siempre de la visita a un pueblo mágico y cargado de aventura como es Hornachuelos.

Pero ahora, con la pandemia, el arte en Hornachuelos está más patente aún. Un artista meloja, José de la Torre, se ha encargando de realizar pinturas alusivas a la pandemia con la intención de rendir homenaje a los grandes protagonistas de la misma. Personal sanitario, cuerpos de seguridad, incluso la fuerza de los propios vecinos, se ven reflejados en estos trabajos que cubren paredes de casas particulares. Vecinos que han cedido sus casas como lienzo para rendir su personal homenaje a los que trabajan contra el COVID-19.

Con estas iniciativas, Hornachuelos se ha convertido en el escenario de un cuento en el que todos los visitantes, pueden ser sus protagonistas.

Hornachuelos llena de magia sus rincones y crea un “espacio selfie”