La jornada del Sábado Santo en Córdoba vivió una escena inusual para el calendario cofrade: dos hermandades del Lunes Santo —La Merced y La Estrella— protagonizaron procesiones de regreso a sus templos tras haber quedado resguardadas el pasado lunes en el interior de la Mezquita-Catedral, al verse sorprendidas por la lluvia tras completar su estación de penitencia en carrera oficial.
Sin el tradicional acompañamiento de nazarenos y en un ambiente solemne pero menos multitudinario, los pasos volvieron a la calle como parte de sendos traslados públicos que, por su carácter extraordinario y su fecha, se convirtieron en una escena inédita para los cofrades cordobeses.
La Hermandad de La Merced fue la primera en partir. Aunque estaba previsto que comenzara su recorrido a las 19:00 horas desde la Puerta de San Miguel del templo catedralicio, un pequeño chaparrón provocó un leve retraso en la salida, que finalmente se produjo veinte minutos más tarde. El cortejo, sin nazarenos, estuvo formado por la cruz de guía, el libro de reglas y los estandartes parroquiales. Los hermanos que portaron insignias el pasado Lunes Santo desfilaron en esta ocasión con cirio, cumpliendo con la exigencia de traje oscuro y medalla de la hermandad, en un ambiente de recogimiento.
En cuanto al acompañamiento musical, la corporación del Zumbacón contó con la Banda de Cornetas y Tambores Coronación de Espinas para el paso de misterio del Señor de la Coronación de Espinas, y la Banda de Música de Tubamirum para el palio de la Virgen de la Merced. El cortejo avanzó hacia su templo, la iglesia de San Antonio de Padua, arropado por fieles que no quisieron perderse esta procesión fuera del calendario habitual.
A las 19:30, y siguiendo la estela de La Merced, la Hermandad de La Estrella inició su camino de regreso hacia la parroquia de San Fernando. El traslado, que culminó a las 23:30, se celebró tras la finalización de los oficios de la Pascua de Resurrección en su templo de destino. Los hermanos participantes en este cortejo debieron solicitar su inclusión previamente, con preferencia para quienes ya habían retirado su papeleta de sitio para el Lunes Santo.
La cofradía de la Huerta de la Reina organizó un cortejo ordenado por antigüedad, con simpecado, bacalao, libro de reglas, acólitos y presidencias. La Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Redención y la Banda de Música de La Estrella fueron las encargadas de poner los sones a este retorno especial, que también tuvo sus requisitos en cuanto a la indumentaria: traje oscuro y discreto tanto para hombres como mujeres, con especial cuidado en la vestimenta de los menores.
Este Sábado Santo deja una estampa singular en la memoria de los cordobeses: pasos procesionales en la calle en una jornada habitualmente silenciosa. Una imagen inusual provocada por las inclemencias del tiempo, pero que evidenció, una vez más, el compromiso de las hermandades con su identidad y su devoción.
