El delegado de Desarrollo Sostenible, ha informado de una de las medidas llevadas a cabo por su área, como es el anillamiento de pollos de alimoche en nidos.
Giuseppe Aloisio, señala que, "todos los territorios de cría de alimoches en los que se ha producido una reproducción exitosa son visitados cada año durante el mes de julio, fecha en la que los pollos aún permanecen en los nidos pero tienen ya una edad y un tamaño en los que pueden ser manipulados sin riesgo".
Tras acceder a los nidos mediante trabajos verticales basados en técnicas de escalada, los pollos son medidos, anillados y se les extrae sangre para su posterior sexaje,
El anillamiento se trata de la colocación de dos anillas, una en cada pata. La metálica, con remite del Ministerio, pasa a formar parte de una base de datos a nivel nacional y en el caso de encontrar el cadáver en cualquier lugar de España, podrá identificarse el cadáver.
La de plástico, que es de mayor tamaño y se conoce como de lectura vertical, debido a que sus colores y dígitos pueden ser leídos, lo que permite identificar al ejemplar a lo largo de toda su vida por los técnicos del Plan de Recuperación.
Debido a las campañas de anillamiento, todos los alimoches andaluces están identificados uno por uno desde el año 2000.
El delegado de Desarrollo Sostenible, ha explicado que el objetivo es tener bastante información sobre la supervivencia, las causas de las mortalidad, el uso de espacio temporal del hábitat y movimientos dispersivos o migratorios de la especie.
Giuseppe Aloisio explica que otra de las medidas impuestas por la Junta para evitar la extinción de este ave, es la incorporación de Andalucía al programa Europeo de Especies Amenazadas para el Alimoche, además de ceder temporalmente ocho ejemplares a centros especializados del continente para reforzar la cría en cautividad. Por ello, sus descendientes después serán liberados en Andalucía.
Andalucía pasará a ser una de las zonas prioritarias de reintroducción de otros ejemplares, nacidos en estos centros, aunque las crías no tengan como progenitores algunas de las ochos aves cedidas. El objetivo es evitar que se extinga el más pequeño de los buitres europeos.
El alimoche (Neophron percnopterus) es un ave rapaz de tamaño medio y diurna, que nidifica en costados rocosos y se alimenta de carroña. Todas las primaveras atraviesa el Estrecho para reproducirse en Andalucía. La población andaluza de alimoche cuenta con 28 territorios reproductores ocupados.
Desde 2019, cuando se contaba con 25 territorios, se aprecia una estabilidad y un ligero aumento invirtiéndose en la tendencia negativa de la población desde 1987, cuando se tiene los primeros registros fiables.
Los peligros que existen para los alimoches en cuanto a la causa de mortalidad, son los envenenamientos y las muertes producidas por colisiones en parques eólicos.
En cuanto a las actuaciones de Andalucía para la conservación de los alimoches realizan censos anuales de territorios de cría como los descritos, así, con seguimiento y vigilancia de la reproducción, la alimentación en comederos específicos y la coordinación con la Estrategia Andaluza contra el venero, entre otras.
El Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas de Andalucía incluye a tres especies "en peligro de extinción": el quebrantahuesos, el alimoche y el milano real, así como una especie "vulnerable", es el buitre negro, de acuerdo con el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.
El objetivo general del Plan es alcanzar para sus especies la protección, un tamaño de población y un estado de conservación que permita disminuir la amenaza que ostentan actualmente.
