24 de octubre de 2023, 8:42
Su padre, Juan Manuel Ayala, un pintor acostumbrado a la restauración y el trabajo artístico, que ha hecho que su hijo se convierta en un profesional de los azulejos. Ese gran sentimiento artístico y familiar, hizo que el joven no dudase en ir corriendo a rescatar la cabeza de la escultura para llevarla hasta la policía.
Según explicó, el resto de ella está destrozada pero, quiso salvar de inmediato lo que quedase con esperanzas de que se pudiese restaurar. Al principio, pensó entregarla el mismo Día de San Rafael en la iglesia del Juramento, pero la gran difusión que tuvo por redes sociales hizo que lo entregase rápidamente a las autoridades de Córdoba