La Dirección General de la Guardia Civil ha publicado más de 5.600 vacantes para guardias civiles en todo el país, de las cuales sólo 66 corresponden a la provincia de Córdoba, apenas un uno por ciento del total, a pesar de que hay 140 vacantes sin cubrir –166 si se tienen en cuenta las de personal en reserva–, y que la mayoría de unidades necesitan refuerzos.
Nuevamente Córdoba se ve agraviada, al ser nuevamente una de las provincias andaluzas a las que se asignan menos vacantes, solo por encima de Huelva con 60 y Málaga con 47, mientras que Sevilla recibe 126, Cádiz 106, Almería 77, Granada 74 y Jaén 72. Y ello a pesar de tener la plantilla más reducida de la comunidad autónoma, siendo la segunda en extensión territorial y la quinta en número de habitantes.
La mayoría de las 66 vacantes publicadas se reparten entre los Puestos de Seguridad Ciudadana por toda la provincia en números ínfimos para cada unidad, y las restantes se distribuyen con cuentagotas entre las especialidades de Fiscal, Policía Judicial, Protección de la Naturaleza, Intervenciones de Armas y Seguridad Penitenciaria. El Puesto que más se refuerza, con siete plazas, es el de Peñarroya, que actualmente está bajo mínimos, y doce de las vacantes se reparten entre los Destacamentos de Tráfico de Córdoba, Lucena y Peñarroya, mientras que el Núcleo de Servicios, que lleva mucho tiempo necesitando el refuerzo de otras unidades, recibe cinco.
Lo cierto es que las vacantes publicadas no cubrirán ni siquiera la mitad de las existentes, por lo que los graves problemas derivados del déficit de guardias civiles en esta provincia seguirán existiendo, sobre todo teniendo en cuenta que el catálogo quedó obsoleto hace tiempo para las necesidades de seguridad existentes en la actualidad. Si no se acomete la reorganización del despliegue territorial de la Guardia Civil en esta provincia que AUGC lleva años reclamando, se producirá un colapso de la seguridad ciudadana en el medio rural, porque la situación es ya insostenible, con la mayoría de las dependencias cerradas y las escasas patrullas disponibles sobrepasadas al tener que encargarse de la vigilancia de varias poblaciones simultáneamente, sin poder atender adecuadamente las incidencias y requerimientos de la ciudadanía.