sábado. 20.04.2024

Geranios y gitanillas visten los patios cordobeses. Foto.: P.Monterroso en San Basilio, 17

Patricia Monterroso. Mayo es el mes cordobés por excelencia y el mes de las flores. La ciudad luce más bella que nunca engalanada con las especies más variopintas. Aunque la fiesta de los patios suele ser el momento que aprovechan turistas y lugareños para contemplar tan bello escenario, lo cierto es que durante toda la primavera la capital luce –como diría el refrán- “florida y hermosa”.

Existen una gran variedad de flores que se pueden ver y oler durante todo el mes de mayo. Pero, sin duda, las más castizas son la gitanilla y el clavel.

Los geranios y las gitanillas son unas de las plantas más utilizadas en España para decorar patios, balcones y jardines. Su cultivo no necesita de grandes cuidados ya que son bastantes resistentes. La gran variedad de especies y colores existentes hacen que los geranios y gitanillas sean ideales para la decoración en exteriores, con la utilización de macetas.

Los claveles pertenecen a la familia de las Carifiláceas y existen cerca de 250 especies diferentes. La multiplicación se realiza a través de esquejes y, si las especies son anuales, se efectúa entrada la primavera. Al tratarse de una planta bienal, el cultivo del clavel comenzará a principios de verano. Pero si es necesario realizar trasplantes, el momento más adecuado será en otoño.

Sin embargo existen otras especies que pasan más desapercibidas y que engalanan igualmente las casas cordobesas.

Flor de la Gamba. Rafi Jiménez, propietaria de Marín de Roa 9, la luce orgullosa.

Especies raras difíciles de conservar que poco a poco se van haciendo hueco.

Este es el caso, por ejemplo, de la “flor de la gamba”. Esta especie, proveniente de Sudamérica y denominada Justicia Brandegeeana, tiene forma parecida a la de un langostino de ahí que se le denomine “Flor de la gamba” o también “camarón”. Se caracteriza por sus inflorescencias lo que la convierten en una flor de gran belleza y elegancia.

Y a la pregunta ¿es posible que una planta crezca y viva sin tierra? la respuesta es sí. Son los “claveles de aire”. Rara donde las haya, esta especie se va haciendo poco a poco un hueco en los balcones de la ciudad califal. Su nombre científico es Tillandsias y pertenece a la familia de las Bromeliáceas. Viven, como su nombre común indica, del aire o, para ser más exactos, del agua que obtienen del CO2.

Solandra. Foto: P.Monterroso. En Chaparro, 3

Hay otros tipos de plantas que tienen una floración tan corta que sus pocos días de vida la hacen extrañas en sí mismas. Este es el caso de la Solandra. Una flor amarilla intensa que solo dura dos días. La Solandra recibe su nombre del botánico sueco del siglo XVIII Daniel Carlsson Solander y es originaria de la zona que se extiende entre México y Venezuela. Vulgarmente también recibe los nombres de Trompetas, Trompetero gigante, Copa de oro, Copa dorada o Planta trompeta.

Por último, cabe destacar de entre las flores menos comunes del quinto mes del año, la Euphorbia Milii. Utilizada en muchas ocasiones para bordear o separar áreas donde quieren limitar el paso de intrusos, hay quienes creen que esta planta fue la que se utilizó para hacer la corona de espinas de Jesús, de ahí que su nombre común sea Espinas de Cristo.

Espinas de Cristo. Foto: P.Monterroso, San Basilio, 20

Pero seguro que en cualquier paseo por una estrecha calle de la Judería, del Alcázar Viejo o cualquier otro rincón de la ciudad no será difícil encontrar flores que bien por su olor, su color, su tamaño o su aspecto delicado la convierten en una flor peculiar. Pero, sea cual sea, cada una contribuye a hacer hermoso el mes de mayo cordobés.

Flores provenientes de Sudamérica se hacen hueco en el mayo cordobés