La responsable del Área Feminista de IU Córdoba, Raquel Arranz, y la activista feminista Práxedes Pérez han ofrecido esta mañana una rueda de prensa en el marco del acto convocado por IU y el PCA para denunciar la campaña antiabortista que, una vez más, pretende coaccionar a las mujeres que ejercen su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
Raquel Arranz ha señalado que "al Movimiento Feminista de Córdoba no le ha quedado otra opción que organizar este acto en solidaridad con todas las mujeres que hacen uso de un derecho reconocido por ley", frente a lo que ha calificado como “coacción encubierta” disfrazada de rezos. “Esto no es una muestra de fe, es una acción organizada y financiada por la Iglesia Católica para culpabilizar y violentar a las mujeres que ejercen sus derechos”, ha afirmado.
“La Iglesia, cuando ve que las mujeres avanzamos, reacciona porque sabe que el feminismo pone en cuestión su palio de privilegios”, ha denunciado Arranz, quien ha añadido que esta estrategia no solo cuenta con el respaldo eclesiástico, sino también con la complicidad institucional. En este sentido, ha recordado cómo la delegada de Igualdad del Ayuntamiento, Mariana Aguilar, defendió en pleno estas acciones alegando que son "pro vida", mientras “ni ella ni su gobierno han alzado la voz contra el genocidio en Gaza, contra la violencia vicaria ni contra los abusos y la pedofilia que durante décadas la Iglesia ha encubierto y silenciado”.
Arranz ha exigido al obispo de Córdoba que cese de financiar y respaldar este tipo de actos que “hacen daño a las mujeres y a la ciudad”. Además, ha interpelado al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, para que garantice el cumplimiento efectivo de la Ley que reconoce el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en la sanidad pública andaluza. También ha pedido al alcalde de Córdoba que “deje de gobernar para sus amiguitos” y actúe como responsable público ante esta vulneración de derechos. “Nosotras llevamos más de 200 años luchando por conquistar libertades para las mujeres. Y no nos van a parar ni cuatro rosarios, ni tres avemarías, ni ocho curas”.
Por su parte, la activista Práxedes Pérez ha subrayado que estos actos se repiten “dos veces al año durante 40 días”, normalizando una escena de presión y violencia simbólica frente a las clínicas. “Esto no puede convertirse en parte del mobiliario urbano. El movimiento feminista ya ha actuado por la vía legal y pacífica, pero ahora vamos a estar aquí todos los días, haciendo visibles estas agresiones encubiertas”, ha afirmado.
Pérez también ha criticado la falta de respuesta por parte del Ayuntamiento y la policía local, que escudan su inacción en la libertad de expresión. “¿Libertad de expresión es coaccionar a las mujeres en un momento tan delicado? ¿Entregarles panfletos, observarlas, juzgarlas, presionarlas cuando entran a una clínica?”, ha cuestionado.
Ambas portavoces han coincidido en que “esto no va de religión, va de derechos”. Y han dejado claro que el movimiento feminista seguirá defendiendo el derecho al aborto libre, seguro y gratuito desde Córdoba hasta cualquier rincón del mundo. “Hoy no venimos solo a solidarizarnos, venimos a plantar cara. Porque cuando se ataca un derecho, el silencio no es una opción”, ha concluido Arranz.