Al cumplirse un año del trágico accidente en el que perdieron la vida el soldado Carlos León Rico, natural de El Viso del Alcor (Sevilla), y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, de Adamuz (Córdoba), durante ejercicios militares en la base de Cerro Muriano, Córdoba, la familia de Carlos León alzó su voz este jueves en Sevilla. En una rueda de prensa, acompañados por su abogado Luis Romero y un suboficial retirado del Ejército de Tierra, denunciaron la continuidad laboral de los presuntos responsables y señalaron graves fallos de seguridad en las maniobras.
Críticas a la gestión de los responsables
Sergio Pérez, portavoz de la familia, expresó su profunda consternación por lo ocurrido y apuntó directamente al teniente Jaime Tato y al capitán Zúñiga como los principales responsables de haber ordenado actividades de riesgo bajo condiciones peligrosas en el lago artificial de Cerro Muriano. Asimismo, responsabilizó al resto de los procesados, incluidos el sargento Castroviejo, el comandante Velasco, el teniente coronel Zanfaño y el coronel Navarro, de lo que calificó como una negligencia que resultó en la pérdida de dos vidas.
“Nos resulta incomprensible que estas muertes, que claramente podían haberse evitado, hayan ocurrido por una grave imprudencia y que los presuntos culpables sigan en activo con la autorización de Defensa”, afirmó Pérez.
Reclamos por mayor seguridad en el Ejército
La familia, además de buscar justicia para Carlos León, hizo un llamado a las autoridades para que se refuercen las medidas de seguridad en los cuarteles del Ejército de Tierra. Insistieron en que el Ministerio de Defensa debe garantizar los recursos necesarios para evitar tragedias similares, denunciando que los recortes presupuestarios han reducido las condiciones de seguridad en muchas instalaciones militares en los últimos años.
“No podemos devolver a Carlos León con vida, pero al menos queremos evitar que otros soldados tengan que pasar por lo mismo”, subrayaron, exigiendo cambios estructurales en las prácticas y protocolos del Ejército.
Un año marcado por el dolor y la lucha
El abogado Luis Romero, que representa a la familia, recordó que las investigaciones aún están en curso, pero señaló que los indicios de negligencia son claros y deben derivar en responsabilidades legales. Por su parte, el suboficial retirado que acompañó a la familia destacó la importancia de una formación adecuada y condiciones seguras en los ejercicios militares, enfatizando que este caso debe servir como un punto de inflexión para las Fuerzas Armadas.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa no ha emitido declaraciones oficiales al respecto, pero el clamor de los familiares por respuestas y justicia sigue resonando. La memoria de Carlos León Rico y Miguel Ángel Jiménez Andújar persiste como un recordatorio del costo humano de las negligencias en el ámbito militar.