Los padres del niño de siete años que sufrió un accidente en la atracción Pink Panther durante la Feria de Córdoba han solicitado la colaboración ciudadana para esclarecer los hechos. El menor salió proyectado del asiento y sufrió diversas lesiones, lo que ha encendido las alarmas sobre la seguridad en este tipo de instalaciones destinadas al público infantil.
El despacho de abogados que representa a la familia, dirigido por Javier Vilavert, ha hecho un llamamiento público a cualquier persona que presenciara el accidente o disponga de información relevante. En concreto, buscan localizar a una mujer que, según testigos, comentó que su sobrina fue retirada minutos antes del mismo asiento donde posteriormente fue colocado el niño, debido a un fallo en el sistema de seguridad. “Esa observación podría ser clave para determinar negligencias o fallos técnicos”, ha afirmado Vilavert.
Según el letrado, los informes médicos y la intervención de los servicios de emergencia respaldan la versión de los padres, quienes aseguran que su hijo fue expulsado involuntariamente desde el interior de la atracción. Tras el impacto, el menor fue trasladado inicialmente al hospital de Montilla, donde le diagnosticaron un traumatismo craneoencefálico leve, contusiones en el pecho y en una pierna, además de presentar un cuadro general de desorientación y dolor físico.
Actualmente, el niño se encuentra en su domicilio bajo observación médica, aunque continúa mostrando síntomas de ansiedad y miedo, efectos psicológicos que los padres consideran igualmente graves. “El estado emocional del menor también debe ser valorado dentro de las secuelas del accidente”, ha subrayado su abogado.
La familia, antes de iniciar acciones legales, ha solicitado una reunión urgente con el Ayuntamiento de Córdoba para acceder a toda la documentación técnica y administrativa relacionada con la atracción. Su intención es esclarecer si hubo negligencias tanto en el ámbito público como privado, y valorar la posible depuración de responsabilidades.
Desde el entorno familiar insisten en que lo ocurrido pone de manifiesto la necesidad de reforzar las inspecciones y controles de seguridad en las ferias, sobre todo en atracciones destinadas al público infantil. “Es vital garantizar espacios seguros para nuestros hijos”, concluyen.