viernes. 29.03.2024

Por ahora, el Servicio Andaluz de Salud descarta que el brote de la discoteca cordobesa haya generado un espiral de transmisión comunitaria sin control en la ciudad. Es decir, de las más de dos mil pruebas PCR que se han llevado a cabo, la gran mayoría han dado negativo. 

Hasta ahora, los positivos oficiales por este foco se sitúa en 91, según los datos de este martes, y conforme se están realizando las pruebas, hay menos positivos, ha explicado la coordinadora de la estrategia Covid de Andalucía, la doctora Inmaculada Salcedo. 

Para la doctora, lo más importante es el perfil de las personas que han dado positivos en las pruebas PCR. Todos ellos son personas que han participado directamente en las actividades. Lo que no se ha detectado, es que haya saltado al dependiente de una tienda en el que compraron el pan. El círculo, de momento, está cerrado tras una movilización de recursos "a lo bestia", dice Salcedo.

La doctora asegura que buena parte de culpa ha sido por la estrategia de una realización masiva de pruebas en un tiempo récord. De las más de dos mil PCR, la gran mayoría ya tiene resultados negativos. Y las consecuencias son las mismas. Si alguien da positivo, se le confina hasta tanto dé negativo. Si da negativo, se le confina igualmente (si forma parte de la red de contactos) durante una semana como periodo de cautela, lo que implica que más de mil personas estén ahora mismo en sus casas. 

Lo único positivo de todo esto, es que se  trata de una transmisión controlada. Otra a destacar, es que de momento, no hay ingresos hospitalarios. Los 83 casos son personas asintomáticas o con sintomatología leve. La premura en la detección y aislamiento debe haber servido para evitar que estas personas hayan limitado sus contactos con personas mayores, enfermas o inmunodeprimidas.

"La distancia social no se sigue o comparten enseres como los vasos o las cachimbas y eso es un problema", comenta la doctora. El presidente del Colegio de Veterinarios y asesor del grupo de expertos Covid, Antonio Arenas, afirma además que la presencia prolongada de entornos cerrados se ha demostrado como un elemento de riesgo porque el virus se transmite en aerosol. Es decir, por el mero hecho de inspirar y exhalar aire por la nariz. 

Estos expertos reconocen que existe un fuerte factor psicológico. "Los jóvenes son quienes peor llevaron el confinamiento y son ahora a quienes más le cuesta cumplir con las directrices de higiene y distancia social", explica Arenas.

"Hemos bajado la guardia", explica Galván. Presente en Barcelona en estos días, asegura que, de forma comparada, el cumplimiento de uso de mascarilla es mucho más reducido que el que se hace en Córdoba.

El SAS descarta que el brote de la discoteca cordobesa genere una transmisión sin control