El esperado Domingo de Ramos, jornada clave en el arranque de la Semana Santa cordobesa, llega este año acompañado de un pronóstico meteorológico incierto que podría condicionar el desarrollo de las procesiones. Aunque la mañana comenzará con cierta calma, la atención estará puesta en el cielo a medida que avance el día.
Durante la madrugada y las primeras horas, se prevé un escenario relativamente tranquilo, con abundante nubosidad y algunos bancos de niebla que se disiparán rápidamente. En ese tramo del día no se esperan precipitaciones. Sin embargo, el panorama cambia a partir del mediodía, cuando las nubes bajas podrían evolucionar hacia chubascos puntuales.
Las horas más comprometidas para las hermandades coincidirán con el tramo final de la tarde, momento en el que la inestabilidad atmosférica se intensificará. Se espera la aparición de chubascos más importantes, e incluso acompañados de tormentas, que podrían afectar a distintos puntos de la provincia, especialmente en las zonas norte y centro.
Al caer la noche, las lluvias tenderán a remitir, aunque podrían persistir en la mitad sur de la provincia. Las temperaturas, por su parte, se mantendrán similares a las del sábado, con un ambiente fresco que se acentuará al final del día debido a la entrada de vientos del oeste, algo más fríos.
Así, las hermandades cordobesas deberán tomar decisiones en un contexto de incertidumbre, marcando un inicio de Semana Santa en el que la fe y la meteorología vuelven a cruzarse.