El barrio de Las Moreras vivió el pasado 3 de abril un trágico suceso que acabó con la vida de un hombre de 51 años tras una intensa disputa familiar. La secuencia de los hechos, reconstruida a partir del atestado policial y de los testimonios recogidos por la jueza instructora del caso, revela una escalada de tensiones que desembocó en una agresión mortal a plena luz del día.
Todo comenzó minutos antes de las dos de la tarde, cuando Ramón, la víctima, paseaba junto a un familiar por la calle Músico Antonio de Cabezón. En ese momento se cruzaron con su hija, una joven de 20 años, que iba acompañada de su tía, cuñada del hombre. Al coincidir, surgió una discusión entre padre e hija que fue en aumento.
En el transcurso del altercado, según el auto judicial, Ramón abofeteó a su hija, lo que provocó la intervención de la tía, quien reprendió al hombre por su actitud. Lo que era un conflicto verbal se transformó entonces en un enfrentamiento físico entre cuñados, con gritos, insultos y empujones.
Alertada por una vecina, la esposa de Ramón —hermana de la mujer con la que él discutía— llegó al lugar e intentó calmar los ánimos. Logró separar a su hermana de su marido y acompañó a ambas mujeres por la calle para alejarlas de la escena. Pero la tensión no había terminado.
Desde uno de los portales de la misma calle apareció entonces J.M.P., marido de la cuñada de Ramón y, por tanto, cuñado político del fallecido. Al escuchar la pelea desde su casa, decidió salir y encarar a Ramón. Fue en ese momento cuando, sin previo aviso, le asestó una puñalada en el pecho con una navaja, atravesándole la clavícula, el pulmón y una arteria, hasta llegar al corazón. La profundidad de la herida alcanzó los 19 centímetros. Ramón cayó al suelo y murió prácticamente en el acto.
Una huida breve y un hallazgo clave
El presunto autor del apuñalamiento huyó inmediatamente tras el ataque. Sin embargo, la Policía Nacional lo localizó unas horas más tarde escondido en un trastero comunitario del edificio donde reside, en compañía de su hijo. Allí, durante el registro autorizado por la autoridad judicial, los agentes encontraron dos navajas de gran tamaño. Una de ellas, con mango blanco, presentaba restos visibles de sangre.
Además, durante su detención, se observó que el sospechoso tenía una herida de arma blanca en el abdomen. Aunque fue atendido y dado de alta ese mismo día, la policía no ha podido aclarar hasta el momento el origen de dicha lesión.
Prisión provisional para el acusado
El pasado 9 de abril, la jueza del Juzgado de Instrucción número 1 de Córdoba decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para J.M.P., a quien se le imputa un delito de homicidio doloso o asesinato. La investigación continúa abierta mientras se esclarecen todos los detalles de un crimen que ha conmocionado a este barrio cordobés.
