La Junta de Andalucía destina anualmente 120.000 euros anuales al Centro de Atención Infantil Temprana de Autismo Córdoba, lo que permite impartir 4.300 sesiones al año para 30 menores.
Así lo ha hecho saber la delegada de Salud y Familias, María Jesús Botella, quien ha visitado sus instalaciones y se ha reunido con la presidenta Francisca Suárez.
Durante su visita, Botella se ha referido a que la atención infantil temprana “es un reto para el Gobierno de Juanma Moreno para ir dando respuesta, mejorando y consolidar un servicio de más calidad y más fácil acceso para las familias que lo puedan necesitar”.
Botella recuerda que en toda la provincia existen 23 centros de atención infantil temprana y ha agradecido la labor de las asociaciones que trabajan con estos niños y que “fueron pioneras en detectar esta necesidad para poder atender estos trastornos del desarrollo mediante atención profesional”.
La delegada ha destacado la necesaria colaboración entre la administración y estas entidades como Autismo Córdoba que “trabajan con el mismo objetivo”, a la vez que ha reconocido que el actual Gobierno “ha dado un paso más para afianzar y fortalecer la atención infantil temprana como un servicio público de calidad”.
La delegada ha destacado el cambio en el modelo de colaboración mediante el concierto social para el que se destinó el pasado año casi 3,3 millones para respaldar la labor de estas asociaciones de la provincia. Igualmente se ha referido al incremento del pago por sesión con el que contribuye el Gobierno andaluz, “ya que se ha pasado de 22 a 28 euros por sesión, a la vez que han aumentado el número de sesiones que puede impartir cada centro”.
El de Autismo Córdoba es el primer centro de atención específico del trastorno del espectro autista y cuenta con un equipo de profesionales compuesto por 6 psicólogos, dos logopedas, un maestro de educación especial y un trabajador social.
Botella ha destacado la necesidad de seguir trabajando y ha animado a las familias a “acudir a este recurso específico e intentar que el diagnóstico sea lo más pronto posible para poder atender cuanto antes estas necesidades mediante los recursos y las terapias adecuadas”.
Como ha explicado la delegada, el procedimiento para el tratamiento de estos niños comienza con la detección por parte del pediatra de una posible dificultad en el desarrollo, desde donde se traslada el caso a la Unidad de Valoración y de esta se deriva al centro de atención temprana más adecuado a las necesidades de cada caso.
