El campo andaluz recupera el aliento. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha aprobado una dotación histórica del 91,6% de los recursos hídricos para la campaña de riego de este año, una cifra que supera ampliamente las previsiones iniciales y marca un antes y un después respecto a las últimas tres campañas marcadas por la sequía.
Agricultura andaluza, en cifras récord tras años críticos
El pleno de la Comisión de Desembalse de la CHG ha autorizado un volumen de 1.200 hectómetros cúbicos para riego entre mayo y septiembre de 2025, cifra que podría incrementarse en otros 50 hectómetros si las lluvias de otoño lo permiten. Esta cantidad se traduce en hasta 5.500 metros cúbicos por hectárea para cultivos con mayor asignación, muy cerca del máximo autorizado de 6.000 m³/ha.
Con estas cifras, el regadío andaluz alcanza su mejor dotación desde 2017, año en el que los embalses se encontraban en niveles similares a los actuales. El Sistema de Regulación General, que agrupa a los 19 embalses destinados al riego, se encuentra al 51,7% de su capacidad con 2.922 hectómetros cúbicos embalsados, superando en 610 hm³ los datos del año anterior.
El arroz, gran beneficiado: vuelve tras las restricciones extremas
Uno de los principales cultivos beneficiados es el arroz. De los 1.200 hectómetros cúbicos aprobados, 363 se reservan para su riego, lo que representa el 30,25% del total. Esta cifra contrasta con años anteriores: en 2022 solo se sembró el 30% del arroz previsto, y en 2023 su cultivo fue directamente desautorizado por falta de recursos.
Andalucía, responsable del 39% del arroz nacional, había reducido su producción drásticamente en los últimos años. Con la nueva asignación, los productores —especialmente en la provincia de Sevilla— recuperan una parte esencial de su actividad económica.
Distribución territorial y preocupaciones locales
A pesar del panorama favorable, la situación no es homogénea en todo el territorio. Las provincias de Granada y Almería —esta última más dependiente de las desaladoras— siguen siendo las menos favorecidas por las lluvias. Por ello, los desembalses en otras zonas oscilarán entre los 750 y los 5.700 hectómetros cúbicos, dependiendo del almacenamiento disponible en cada sistema.
Garantizado el abastecimiento humano hasta 2028
Durante el pleno, el presidente de la CHG, Joaquín Páez, subrayó que el abastecimiento para consumo humano está garantizado durante al menos los próximos tres años gracias a los recursos actuales y a las infraestructuras de apoyo. En caso de necesidad, se activarían captaciones extraordinarias en los ríos Guadalquivir y Genil, así como pozos de emergencia ya preparados.
El cambio climático obliga a gestionar con eficiencia
A pesar del aumento de los recursos, la CHG mantiene la situación de prealerta por sequía. Páez hizo un llamado a los regantes a usar el agua con eficiencia: “Se trata de una campaña excepcional, que el campo andaluz merecía después de temporadas muy duras. Pero seguimos sin estar en la normalidad técnica”. Hace apenas unas semanas, el propio presidente estimaba un máximo del 75%–80% de dotación, cifra ya ampliamente superada.
De la previsión del 30% al 91,6% en apenas un mes
El giro en las estimaciones ha sido radical. A mediados de marzo, la directora técnica de la CHG advertía que la dotación podría quedar en apenas un 30% debido a la distribución desigual de las lluvias. Sin embargo, las precipitaciones acumuladas han permitido revertir la situación y acercarse a la media histórica de almacenamiento, que ronda el 60,6%.
Dotaciones extraordinarias para olivar y otros cultivos leñosos
Además de los cultivos principales, la CHG ha aprobado la concesión de 25 hectómetros cúbicos adicionales para riegos extraordinarios en olivares y otras plantaciones de arboleda. Una medida que responde a las necesidades específicas de sectores agrícolas que requieren apoyo en momentos clave de su desarrollo vegetativo.
Trasvase Tajo-Segura: reducción progresiva hasta 2027
Paralelamente, el Ministerio para la Transición Ecológica ha confirmado que el trasvase Tajo-Segura verá recortadas sus derivaciones a partir de 2026. El objetivo es garantizar el cumplimiento del caudal ecológico del Tajo, fijado en el nuevo Plan Hidrológico. Las transferencias anuales pasarán de una media de 320 hectómetros cúbicos a 248 en 2026 y solo 193 en 2027, lo que impactará directamente en los regantes del sureste español.