La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato mayoritario en las Mesas Delegadas de Instituciones Penitenciarias y de Función Pública, ha denunciado una nueva agresión a un trabajador en el Centro Penitenciario de Córdoba, concretamente en el módulo 10.
Según el sindicato, los hechos ocurrieron durante el recuento diario, cuando un interno, en un estado de gran alteración y violencia, comenzó a gritar insultos a viva voz. Ante las órdenes del funcionario para que se calmara, el preso ignoró las instrucciones, generando un importante retraso en las labores de control.
Los funcionarios, al sospechar que el comportamiento del interno pudiera estar relacionado con el consumo de sustancias tóxicas, procedieron a revisar su celda para garantizar su salud y seguridad. Durante la apertura, el interno atacó violentamente a uno de los funcionarios, propinándole un fuerte cabezazo en el rostro, lo que provocó su caída al suelo. No contento con ello, intentó estrangularlo mientras profería amenazas de muerte.
Gracias a la rápida intervención de otros dos trabajadores penitenciarios, se logró reducir al agresor y, siguiendo el protocolo establecido, fue trasladado al departamento de aislamiento. Durante el trayecto, el interno continuó mostrándose extremadamente agresivo, llegando a intentar tirar por las escaleras a los funcionarios encargados de su traslado.
El funcionario agredido tuvo que ser asistido de urgencia por los servicios sanitarios del centro, siendo derivado posteriormente a un hospital para recibir atención médica. Tras ser tratado, fue enviado a su domicilio para su recuperación.
Desde CSIF Prisiones Córdoba han manifestado su solidaridad y deseo de pronta recuperación para el compañero afectado. Además, exigen a la dirección del centro la conducción inmediata del interno agresor a otro establecimiento penitenciario para garantizar la seguridad de la plantilla.
El sindicato subraya que este tipo de incidentes violentos son cada vez más frecuentes en determinados módulos, donde se registran agresiones, peleas multitudinarias y una creciente falta de respeto hacia los profesionales penitenciarios.
En este sentido, CSIF insiste en la necesidad urgente de adoptar medidas estructurales: reclaman una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) completa, el reconocimiento de los funcionarios de prisiones como Agentes de la Autoridad, una formación específica para afrontar situaciones de riesgo, y la dotación de medios coercitivos actualizados, como dispositivos TASER, además de herramientas tecnológicas adecuadas para reforzar la seguridad de los centros.
Finalmente, CSIF destaca la encomiable profesionalidad de la plantilla del Centro Penitenciario de Córdoba, que, pese a la escasez de medios y de personal, logra sacar adelante su labor diaria de forma ejemplar.