Un reciente análisis realizado por la consultora cordobesa Adeitur ha revelado que, desde el inicio del siglo, todas las provincias andaluzas, con la excepción de Huelva, se encuentran entre las quince con menor Producto Interior Bruto (PIB) per cápita en España. Jaén se mantiene en el último lugar de esta lista, un puesto que ha conservado de manera persistente.
Córdoba, en particular, ha experimentado un retroceso significativo, cayendo del puesto 48 en el año 2000 al 50 en 2022, con un PIB per cápita que pasó de 10.748 euros a 19.930 euros durante este periodo. Según Antonio Ramos, socio consultor de Adeitur, esta falta de variación en el ranking es “desconcertante” y refleja problemas estructurales profundos en la economía de la región.
El estudio también subraya que Andalucía, a nivel comunitario, ha descendido un puesto en la clasificación nacional, situándose ahora en el último lugar por debajo de Extremadura, a pesar de haber casi duplicado su PIB per cápita, de 11.882 euros a 21.495 euros entre 2000 y 2022.
El sector agrario, que aporta un 6% al PIB de Andalucía frente al 2,5% a nivel nacional, sigue siendo una de las razones principales de esta situación. Ramos señala que la menor productividad de este sector en comparación con la industria es un factor que no ha sido adecuadamente abordado.
En cuanto a la evolución de otras provincias, Huelva, Sevilla y Granada han mejorado su posición en el ranking nacional. Huelva avanzó del puesto 34 al 30, Sevilla del 42 al 38, y Granada del 49 al 47. Por otro lado, Málaga y Jaén no han registrado cambios significativos en su posición relativa, manteniéndose en los puestos 45 y 52, respectivamente.
En contraste, Cádiz, Córdoba y Almería han experimentado descensos notables. Almería, que en 2000 ocupaba el puesto 22, ha caído al 40 en 2022, registrando la mayor disminución entre las provincias andaluzas. Este retroceso ha sido especialmente pronunciado entre 2005 y 2010, aunque tuvo una breve recuperación antes de descender nuevamente.
El informe de Adeitur destaca la necesidad de un análisis profundo para entender las causas subyacentes de esta situación económica en Andalucía, con un énfasis particular en provincias como Córdoba. Ramos aboga por examinar cómo se distribuye la riqueza en la región y cómo se pueden implementar medidas para corregir estas disparidades estructurales.
Finalmente, el estudio señala que no solo las provincias andaluzas han retrocedido. Las Palmas y Guadalajara también registraron caídas significativas en el ranking nacional, con descensos de diecinueve y doce puestos, respectivamente.