La noticia del fallecimiento del Papa Francisco ha calado hondo en la diócesis de Córdoba. En pleno tiempo de Pascua, un período de luz y resurrección, la inesperada muerte del pontífice ha teñido de duelo los corazones de los fieles, aunque no ha mermado la esperanza que brota de la fe en Cristo resucitado.
Desde Roma hasta Córdoba, las reacciones no se han hecho esperar. El obispo emérito y actual administrador apostólico, monseñor Demetrio Fernández, ha mostrado su profundo pesar, equiparando el sentimiento de pérdida al que se vive en cualquier familia cuando muere el padre. “Los hijos hacen duelo, están tristes por la pérdida en la Tierra de esa persona”, ha expresado en una emotiva nota difundida este martes.
Pese al dolor, monseñor Fernández ha querido subrayar la entrega incansable del pontífice argentino: “Se ha gastado y desgastado hasta el último momento por la Iglesia que Jesucristo un día le encomendó”. En ese sentido, ha rogado a todos los fieles elevar oraciones por su alma y ha lanzado un llamamiento simbólico: “Que toquen las campanas de todas las parroquias invitando a la oración por el Papa”.
El prelado cordobés también ha recordado que esta pérdida ocurre en el corazón de la Pascua, lo que no debe hacer olvidar el mensaje de victoria sobre la muerte. “Este luto no debe robarnos la esperanza del cielo y de la Vida eterna para el Papa Francisco y para todos nosotros”, ha afirmado, añadiendo que este momento debe ser también una ocasión para renovar la fe en el Cristo resucitado, especialmente en este Año Jubilar de la Esperanza que celebra la diócesis.
Por su parte, el obispo electo de Córdoba, monseñor Jesús Fernández, ha querido destacar el legado espiritual y pastoral del Papa. En su comunicado, ha definido a Francisco como un líder con “una profunda humanidad” y una fe firme, que ha hecho de la Iglesia un lugar “cercano a las necesidades de los hombres, compasivo y misericordioso”.
Jesús Fernández también ha remarcado la labor del pontífice en un mundo marcado por la injusticia, la polarización y la violencia. “En un contexto de fuerte secularización, el Papa ha tendido puentes, ha apostado por la paz, ha defendido a los más pobres, a los inmigrantes y a los excluidos”, ha expresado.
En definitiva, Córdoba recuerda hoy a un Papa que, en palabras de sus pastores, “navegó los mares del mundo con la luz del Evangelio, llevando consuelo a las periferias y esperanza al corazón de la Iglesia”.