La comunidad eclesiástica cordobesa ha recibido con entusiasmo la elección del nuevo pontífice, León XIV, cuya designación ha sido interpretada como un signo de continuidad con el legado del Papa Francisco y un impulso renovado hacia una Iglesia cercana, justa y comprometida con los más vulnerables.
El administrador apostólico de la diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández, ha expresado su “plena comunión, respeto y obediencia” al nuevo Papa, al tiempo que ha valorado la rapidez del cónclave como un “símbolo de unidad en la Iglesia”. Fernández ha subrayado especialmente el mensaje central de León XIV en su primer saludo desde el balcón del Vaticano: la paz. “En un mundo sacudido por conflictos bélicos, que el nuevo Papa comience su pontificado con un llamado a la paz es profundamente consolador para la humanidad”, ha señalado.
Por su parte, el obispo electo de Córdoba, Jesús Fernández, ha destacado la figura de León XIV como una bendición para la Iglesia. “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”, ha dicho, agradeciendo el don de este nuevo liderazgo espiritual. Jesús Fernández ha pedido que “la paz de Cristo, desarmada y desarmante, llegue a todos los corazones y a toda la tierra”.
Uno de los aspectos que más ha emocionado a los representantes eclesiásticos cordobeses es la cercanía personal del nuevo Papa con Francisco, con quien mantenía reuniones semanales. Esta relación directa, junto con su formación y sensibilidad social, garantiza —según los obispos— una continuidad en el modelo de Iglesia “Pueblo de Dios” impulsado desde el Concilio Vaticano II.
Formación y perfil del Papa León XIV
León XIV, primer Papa estadounidense de la historia, es de ascendencia española, domina el idioma español y posee una sólida formación académica. Es licenciado en Matemáticas, doctor en Derecho Canónico y ha ejercido como misionero en Perú, donde fue obispo de Chiclayo desde 2014. Su trayectoria le ha llevado a ocupar el cargo de prefecto del Dicasterio para los Obispos, organismo clave en la estructura vaticana.
Su perfil espiritual y teológico se identifica con la tradición agustiniana. “Estamos ante un Papa de hondura espiritual y clara orientación hacia los pobres y marginados”, ha afirmado Demetrio Fernández, quien también ha recordado su encuentro personal con León XIV en mayo de 2024, poco antes de finalizar su labor al frente de la diócesis cordobesa.
El respaldo de las Agustinas de Cabra
El impacto emocional de su elección también ha llegado al convento de las Agustinas Recoletas de Cabra, donde las religiosas han recibido con “una alegría inmensa” la noticia de que un miembro de su orden se convierte en el nuevo sucesor de San Pedro. “Nos ha dado muy buena impresión, incluso nos ha recordado a San Juan Pablo II”, han declarado. La hermana Matilde, misionera en EE. UU. y África, ha enfatizado que “veremos en él el espíritu agustiniano y su entrega a la misión”.
Compromiso social y espiritual para un nuevo tiempo
Tanto Jesús como Demetrio Fernández han subrayado que León XIV comparte con su predecesor la convicción de que la fe no solo debe ser un camino de salvación personal, sino también una herramienta transformadora para el mundo. “El nuevo Papa es un firme defensor de la justicia, la igualdad y la dignidad de todas las personas”, han asegurado.
Con su elección, la Iglesia comienza una nueva etapa bajo el liderazgo de un pontífice que une experiencia misionera, sensibilidad pastoral, sólida formación y una clara vocación de servicio universal.
