Córdoba brinda de nuevo con sus vinos más emblemáticos al recuperar su emblemática Cata del Vino Montilla-Moriles, que este 2025 celebra su 39ª edición tras un año de parón. La cita, suspendida el pasado año por desacuerdos del sector con el formato anterior, regresa con importantes novedades centradas en reforzar su carácter profesional y su conexión con la gastronomía local.
Este esperado evento marcará el inicio del calendario del Mayo Festivo cordobés, desarrollándose del 24 al 27 de abril. Como principal novedad, este año cambia de escenario y se traslada a la avenida del Alcázar, desde la Puerta del Puente hasta la avenida del Corregidor, un enclave céntrico y más amplio que promete mejorar la experiencia de los asistentes. Para facilitar el acceso, el Ayuntamiento ha anunciado un refuerzo del transporte público y la habilitación de una parada de taxis en las inmediaciones.
Otra transformación clave es la modificación del horario: se elimina la tradicional Cata nocturna y se apuesta por un formato exclusivamente diurno, con apertura de 12:00 a 20:00 horas. Esta decisión busca alejar el evento de propuestas de ocio nocturno que desvirtúan su esencia enológica.
En cuanto a la participación, aunque todavía no se ha confirmado el número exacto de bodegas y restaurantes, el Consejo Regulador Montilla-Moriles y el Ayuntamiento han adelantado que la cifra de bodegas será superior a la de 2023, que contó con 25. Por el momento, hay siete restaurantes confirmados, aunque el objetivo es alcanzar al menos diez.
La programación se verá complementada con una serie de actividades paralelas repartidas por varios espacios de la ciudad, como el Centro de Recepción de Visitantes. Se desarrollarán catas técnicas, talleres, exposiciones y encuentros especializados.
Además, la climatología acompañará durante los cuatro días del evento: la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anuncia cielos despejados y temperaturas que podrían alcanzar los 30 grados gracias a la entrada de un anticiclón.
Con esta nueva edición, la Cata del Vino Montilla-Moriles se posiciona como una cita renovada, más cercana a su esencia original y a la vez más abierta a la innovación dentro del sector vitivinícola cordobés.
