La contaminación acústica en Córdoba no es un tema menor, especialmente cuando se trata del ruido generado por el paso de trenes de alta velocidad. Según el último Mapa Estratégico de Ruido elaborado por Adif, un total de 1.810 cordobeses están expuestos a niveles de ruido ferroviario que podrían afectar su salud. Estos datos corresponden a la línea AVE Madrid-Málaga, que registra diariamente 111 trenes (24 de Media Distancia y 87 de Larga Distancia) atravesando la ciudad.
¿Qué significan estos niveles de ruido?
Para entender el impacto, es útil comparar los niveles de ruido con situaciones cotidianas. De 30 a 50 decibelios (dB) es lo que solemos escuchar en una conversación tranquila o el sonido de una nevera. Sin embargo, niveles entre 55 y 75 dB se consideran altos y comparables al ruido de un aspirador o una calle con tráfico intenso. Por encima de estos rangos, el sonido puede generar problemas graves de salud, según advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el caso de Córdoba, por el día, 1.559 personas soportan niveles de entre 55 y 69 dB. Por la tarde, esta cifra aumenta a 1.970, mientras que durante la noche 211 cordobeses están expuestos a niveles perjudiciales de entre 50 y 54 dB. En total, el informe de Adif indica que 978 viviendas están afectadas, además de tres edificios sanitarios y tres educativos, incluyendo el centro de salud y el instituto de Villarrubia.
Más allá del tráfico ferroviario: otras fuentes de ruido en Córdoba
El problema del ruido no se limita al paso de los trenes. El tráfico rodado es, según el Ayuntamiento de Córdoba, la principal fuente de contaminación acústica en el término municipal. Carreteras como la autovía A-4, la N-432 y la A-431 generan los mayores niveles de ruido, superando los límites permitidos en áreas residenciales y espacios públicos. Por las noches, el 20,5% de los cordobeses soporta niveles de ruido superiores a lo recomendado, mientras que durante el día y la tarde estas cifras se sitúan en el 7,6% y 6,8%, respectivamente.
Las actividades industriales también tienen su parte de responsabilidad, especialmente en zonas residenciales cercanas a fábricas. Sin embargo, el informe señala que el impacto del ruido ferroviario en los sectores urbanos de Córdoba-Málaga y Madrid-Cádiz es más puntual y discontinuo.
¿Por qué importa el ruido ambiental?
Según la OMS, el ruido ambiental es la segunda causa de enfermedades relacionadas con factores ambientales, solo superada por la calidad del aire. Los efectos van más allá de la incomodidad: la exposición prolongada al ruido puede generar estrés, ansiedad, problemas de sueño y hasta pérdida de audición.
Además, no descansar bien impacta directamente en la salud mental y física, afectando el estado de ánimo, la capacidad de concentración y el rendimiento diario. Situaciones como escuchar música a alto volumen con auriculares, trabajar con maquinaria pesada o en aeropuertos pueden agravar estos problemas y, en casos extremos, derivar en sordera irreversible.
¿Qué medidas se están tomando?
A pesar de la gravedad del problema, los avances para combatir la contaminación acústica son limitados. Si bien existen regulaciones en el ámbito laboral que obligan al uso de protectores auditivos en exposiciones superiores a 85 dB, las soluciones para el ruido ambiental no son tan contundentes como las que se aplican para mejorar la calidad del aire.
Con el creciente impacto del ruido en la calidad de vida de los ciudadanos, queda pendiente un mayor compromiso por parte de las autoridades para implementar soluciones efectivas y proteger la salud de las personas expuestas a esta forma de contaminación que, aunque invisible, deja huella.